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AL
HOGAR DEL JUBILADO Y PENSIONISTA DE ORDIZIA
A partir del verano afrontará la remodelación de la segunda planta. La idea no es otra que volver a mantener abierta la entidad a pesar de las incomodidades
Hace ahora un año, concretamente a finales de mayo del 2009, echaban a andar las obras de ampliación del Hogar.Un viejo sueño que tras ejercicios de espera se hacía por fin realidad, ampliación que requirió un desembolso de 268.960 euros, procedentes del Fondo Estatal de Inversión Local. Plan de choque ante la crisis impulsado por el Gobierno central, que a su vez, financiaba la ampliación de Majori, y la recuperación de la calle Lazkaomendi, en Altamira.
Empeño por ganar metros para una entidad que reclamaba espacio, que al inicial propósito de cerrar el tramo de los pórticos, que mira a la Arboleda, donde han surgido dos plantas, se sumaba, finalmente, el tramo contiguo con vistas a la Avenida.
Una ampliación que ha conllevado una reordenación de los diferentes servicios que brinda la casa: peluquería, masaje, podología, de los accesos, de los baños, etcétera.
Llega ahora la segunda oportunidad, y de nuevo, acogida a la segunda convocatoria del llamado Plan Zapatero, el Hogar cuenta con 225.000 euros para su segunda gran reestructuración.
En esta segunda fase el esfuerzo se centra en la reordenación de la segunda planta, que quedará adaptada a las nuevas y crecientes necesidades del centro.
De esta manera, el polivalente salón de actos se amplía hasta los 105 metros cuadrados útiles, y queda acondicionado para las actividades que en él se desarrollan (pequeños conciertos, charlas, clases de yoga, bailes de salón y actividades de dinamismo para la tercera edad, teatro,...).
Sala a la que se dota de nuevos espacios, como almacén y vestuarios auxiliares al local, para el óptimo desarrollo de las actividades con una superficie útil de 40 metros cuadrados.
Cuatro meses
Se modifica a su vez el taller de manualidades, creando una nueva sala de actividad con capacidad para 20 personas y una oficina de servicio a las instituciones que en el municipio trabajan entorno a este sector social.
La obra, a terminar en un plazo de cuatro meses, conlleva la renovación de todas las instalaciones de forma paulatina de modo que en esta segunda fase se modifica la instalación eléctrica del área acondicionada y se dota de climatización a los espacios, objeto del presente proyecto.
Las divisiones interiores se realizan con ladrillo hueco doble revestido, de modo que cumpla con todas las exigencias térmicas, acústicas, de protección contra incendios, etcétera, tal y como exige la normativa.
En cuanto a acabados interiores, el proyecto contempla acabados cálidos, basados en suelos de madera y paredes pintadas, en las salas de actividad, materiales fono-absorbentes y de buen comportamiento acústico, en la sala polivalente, suelos cerámicos nobles en las áreas de distribución y sala de manuales para facilitar la limpieza de la estancia.
En las áreas de servicio, como almacenes y vestuarios se plantean suelos cerámicos para facilitar las condiciones higiénicas y de limpieza y paredes bien cerámicas o bien pintadas dependiendo del uso de la estancia a acondicionar.
El carácter cálido y agradable del edificio se verá reforzado por la iluminación y mobiliario prescrito para esta ampliación.
Para los próximos días está prevista la adjudicación de la obra, si bien la idea no es otra que posponer el inicio del comienzo de la misma hasta el próximo mes de julio, temporada estival en la que la actividad se reduce en el Hogar del Jubilado.
Alberto Briz pasa a presidir la asociación más numerosa de Ordizia. Sobre el papel afrontará el cargo de la entidad durante los próximos dos años 
Alberto Briz, acaba de inscribir su nombre en ese reducido número de ordiziarras que en los 23 años de existencia del Hogar del Jubilado municipal han asumido el cargo de presidente, responsabilidad en la que sucede a Josemi Barandi.
Tras dos años en la junta directiva, la asamblea anual, celebrada el pasado mes de abril, daba su confianza por mayoría aplastante, 73 votos a favor, 2 abstenciones, a su disposición, y candidatura a hacerse cargo de los destinos de la casa.
«Fue -apunta Alberto Briz- una asamblea correcta, que discurrió siguiendo el orden del día previsto, en la que ejercía como único aspirante al cargo».
Una asamblea anual en la que por segundo año consecutivo, haciendo de alguna manera alarde del éxito que ha representado entre los asociados los cursos de acceso a la informática, una colección de fotografías proyectadas en una pantalla, sirvió para ilustrar la memoria anual, así como para pasar revista a las obras de la reestructuración y ampliación de la entidad, y presentar el proyecto de remodelación de la segunda planta, obra a afrontar este mismo verano, que cuenta con un presupuesto superior a los 225.000 euros y cuatro meses de plazo de ejecución.
«Volvemos a las obras»
«Volvemos a meternos en obras -comenta el presidente- supone un incordio pero es algo por lo que hemos suspirado durante mucho tiempo y que nos van a permitir poner el Hogar al día. Personalmente considero que todo el mobiliario que tenemos ahora en este segundo piso no nos vale y cabría optar por algo más moderno y funcional. Habrá que ver».
Por lo demás, volviendo a la asamblea, reseña Alberto Briz, «en el capítulo de ruegos y preguntas, un socio expuso que, en la cafetería hay precios, de algunas consumiciones, que considera elevados, cuestión que estamos analizando con la pretensión de llegar a una solución satisfactoria para todas las partes».
A propuesta de la junta, añade, «la asamblea acordó establecer los tres primeros meses del año como plazo para efectuar el pago de la cuota anual, aplicando un recargo a la cuota de los socios y socias que lo hagan después de este plazo».
De la misma manera, recibió la conformidad de los asistentes la iniciativa de la junta, de eliminar la figura de socio provisional (socio inscrito dentro de los tres últimos meses del año y que no pagaba la cuota de ese año).
Cambios en la directiva
«Deja la directiva, Nazaria Cuadrado, a la que le estoy muy agradecido» y a la que se incorporan Raquel Bravo y Juan Ramón De Arriba, con lo que queda de la siguiente manera: vicepresidenta; Pilar Lamberto, secretario: Javier Barandiaran, tesorero: José Luis Merino, vicetesorero: Juan Barandiaran, vocales: Francisca Iztueta, Rakel Bravo, María Zubeldia, Juan Ramón De Arriba, y Antonio Arancegui, junta en la que también participan, Iñaki Dubreuil, Kristina Altuna y Gema González.
«Afrontamos un curso, de nuevo, muy ilusionados, destaca, con muchos proyectos, entre ellos, el interés por homologar las máquinas del taller de carpintería, y sobre todo, decididos a seguir incidiendo en esa línea de actividad y modernidad». «Creo que tenemos un Hogar de categoría, con 1.200 socios, que no sé si Ordizia es consciente de ello. Un empeño en el que también quiero agradecer el apoyo que recibimos de Bienestar Social y del propio Ayuntamiento», concluye Alberto Briz.
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