viernes, 27 de enero de 2012


La Rondalla Laguntasuna se proclamaba vencedora del I Certamen de Habaneras de Barakaldo, cita a la que también concurrieron, la Rondalla Alaitasuna (Legazpi), Los Garnachos (Portugalete), la Estudiantina de Trueba, más el coro de la Asociación de Afectados por el Parkinson, y Los amigos de la guitarra, ambos de Barakaldo.

La Rondalla Laguntasuna es una agrupación musical ordiziana ,a la cual se le respeta y se le admira ,por todo lo que ha aportado y sigue aportando a este municipio ,que disfruta con sus pasacalles y conciertos desde el año 1960 en el cual  se fundó.

El Bar Navarro de Ordizia ,fue testigo de las conversaciones de los ya fallecidos ,Germán Tellería y Juan Jose Etxeberría ,los cuales trataban de fundar una agrupación musical ,con sonido de instrumentos de cuerda.

Victoriano y su esposa Felisa ,propietarios del bar ,disfrutaron de lo lindo de aquellas reuniones ,en las cuales la ilusión se veía en el reflejo de sus caras, siempre agradecieron que en el día de su cierre ,fueran alli a despedirles, acto que jamás lo olvidaron.

Manolo Rodríguez, Carlos Contreras, Tomás Lacalle, Lorenzo Cadarso, Miguel Angel Garmendia, Agustín Telleria, Juantxo Mingo, Germán Telleria, Juanjo Echeverria y Alfonso Carlos fueron los primeros integrantes de la Rondalla.

El fallecimiento de Germán en el año 1991, fue dura para el grupo ,tanto por su vocación como por su carisma personal ,tanto que dejó muy tocada a una agrupación que sólo contaba en ese momento con nueve componentes más.

 Ramón Amundarain, José Javier Gomez, Ignacio Silanes y Eliseo Alonso, logran reflotarla tras el duro varapalo y consiguen con su trabajo ,reunir a más componentes con los cuales han hecho que  la Rondalla sea una realidad.

Desde aqui agradecerles por su labor.

Para escuchar algunas de sus canciones :CLIKAR EN LOS ENLACES

Xalbadorren Heriotzean    http://n-mp3.com/es/song.php?id=5125053  
Agur Euskal Herriari         http://n-mp3.com/es/song.php?id=5370664 
TORREVIEJA                 http://n-mp3.com/es/song.php?id=5038500  

miércoles, 25 de enero de 2012

UNA MAQUETA REAL

Los hermanos gemelos Federico y Gerrit Braun, de 41 años, comenzáron a trabajar en el "Wunderland en miniatura" en el año 2000.

"Gerrit dijo: "Nuestra idea era construir un mundo para que hombres, mujeres y niños puedan quedar igualmente asombrados y sorprendidos"

El conjunto abarca seis regiones, incluyendo Estados Unidos, Suiza, Escandinavia, Alemania y los Alpes austríacos.

La sección estadounidense cuenta con maquetas gigantes de las Montañas Rocosas, Everglades, Grand-Canyon, etc. ...y el MonteRushmore.

La parte escandinava tiene una nave de pasajeros de 4 pies de largo flotando en un "fiordo".

Se espera que esté terminada en 2014, cuando el conjunto de trenes cubra más de 1,800 metros cuadrados y cuente con casi 13 kilómetros de vía, momento en el cual los modelos detallados de las partes de Francia, Italia y el Reino Unido se hayan añadido.

Se compone de 700 trenes con más de 10.000 coches y vagones.

El paisaje incluye 900 señales, 2,800 edificios, 4,000 coches, muchos de ellos con los faros iluminados.Miles de kilogramos de acero y madera se utilizaron para construir el escenario.
 
Los 250.000 luces están controladas por un sistema que imita la noche y el día de forma automática, al encender y apagar.

Los 250.000 luces están controladas por un sistema que imita la noche y el día de forma automática, al encender y apagar.


Click para ver la película

martes, 17 de enero de 2012

LA BELLEZA DE LA POLINIZACION - INCREIBLE


La producción del vídeo es de TEDTalks y fue proyectado en una charla en que el cineasta Louie Schwartzberg habló sobre el intrincado mundo del polen y la polinización, mostrando increíbles imágenes a alta velocidad de su película “Wings of Life”, inspirada en la desaparición de uno de los principales polanizadores, la abeja.

Clikar abajo y vereís un maravilloso video sobre LA POLINIZACION

viernes, 13 de enero de 2012

EXITOSA CAMPAÑA PUBLICITARIA

CONTREX

Ha lanzado una campaña publicitaria apoyada en un fenómeno vírico, que se inicia con una acción de street marketing.


Para realizar la acción de street marketing dispuso una fila de bicicletas estáticas en plena calle, de forma que al ser utilizada por los transeúntes se activa un hilo de luz que lleva hasta la fachada de un edificio donde se reproduce un estriptease.


El mensaje de la campaña es claro y directo. Se trata de concienciar a la gente para mantener la línea haciendo deporte y llevando una vida equilibrada.


miércoles, 11 de enero de 2012

PANORAMICAS AEREAS

AirPano.com • 360 ° Panorama aérea • 3D Recorridos virtuales alrededor del mundo

AirPano es un proyecto no comercial, centrado en 3D de alta resolución panorámicas aéreas.


AirPano equipo es el grupo de fotógrafos y aficionados panorama ruso.

Durante los próximos 2-3 años tienen la intención de fotografiar panorámicas aéreas y crear las visitas virtuales en 3D de los lugares más interesantes de nuestro planeta.

Un ejemplo de su trabajo es ésta: MANHATTAN PANORAMICA



Para ver más panorámicas clikar en este enlace : AirPano.com

Clikando en el helicóptero os irá mostrando los diferentes lugares de las zonas de las ciudades o lugares que qeráis visitar.

martes, 3 de enero de 2012

CORAL -Capítulo 8º

Autor : Félix Gracia

Resumen de lo anterior:


Terminado el servicio militar, Félix, se reincorpora a su trabajo en la oficina de Logroño. De Mari Carmen, después de su espantada, no ha tenido noticia alguna y de Coral, a la que no ha visto en todo ese tiempo, únicamente sabe por sus “primas” que vivía en Tafalla, pero de eso ya han pasado unos años.

En un viaje que Félix hace al pueblo para visitar a sus padres, de regreso a Logroño y en la estación de autobuses, aparece inesperadamente Coral practicando la mendicidad. La sorpresa es grande porque Coral lleva junto a ella dos niños. En un principio y con frialdad se saludan y Coral pone en conocimiento de Félix, que según la promesa dada por sus mayores, se casó con Amador con el que ha tenido las dos criaturas.

 Al despedirse se confiesan mutuamente que no olvidarán su amor pero que el destino es el que manda y que la vida continúa. Félix, antes de tomar el autobús, le entrega un papelito donde ha escrito su número de teléfono del trabajo, diciéndole a Coral, que para cualquier cosa no dude en ponerse en contacto con él.

Durante el viaje de regreso a Logroño, después de despedirme de Coral y sus niños, estuve recordando los diversos episodios que nos habían sucedido en nuestra historia de amor, lo felices que en momentos habíamos sido y las contrariedades que por todos los lados aparecieron: mi madre, su madre, Amador, sus costumbres, sus tradiciones.

Me di cuenta de lo cobarde de mi actuación por haber dejado pasar tanto tiempo sin haber tomado una resolución tajante, que hubiera sido buscar a Coral y mandar todo al garete e irnos a vivir juntos donde su familia y la mía no pudieran localizarnos. Si yo la quería de verdad -pensaba- y ella me correspondía no hubiera sido tan difícil encontrar alguna solución a nuestros problemas, pero soy un gallina y no le he echado cojones al asunto, soy un mierda y carezco de un mínimo de personalidad. Me escondo y me escudo en mil disculpas vanas como la distancia…que muchas veces he tratado de localizarla…que ella no me ha facilitado las cosas…que no tiene una dirección ni domicilio fijo…- la tiene ahora, que ya es la esposa de Amador y madre de sus dos hijos- y otras tonterías que solo sirven para tapar mi cobardía.

Pero, ¿de verdad, la quiero? -me pregunto-, yo mismo me respondo que por mis actos parece ser que muy poco o quizás nada. No he tomado las decisiones acertadas y ha pasado lo que tenía que pasar: que Amador se la ha quedado. A pesar de sus creencias y costumbres-sigo pensando- creo que no me hubiera sido tan difícil convencerla, en su momento, para que se viniera conmigo.

Ahora, la cosa no tenía remedio. Y si en este encuentro, ella me hubiera dado pie, ¿me habría lanzado a decirle que dejara a su marido y que se viniera con sus dos hijos a vivir conmigo…? Creo, sinceramente que nunca se lo hubiera propuesto, con lo que la conclusión es clara. ¡Soy un cobarde y una mierda! No sé luchar por nuestro amor.

Las hojas del calendario fueron pasando, seguí con mi trabajo en la oficina, a mis pluriempleos y a mis salidas sábados tarde y domingos con los amigos de mi cuadrilla. Notaba un vacío que no sabría describir y estaba depresivo y nostálgico. Pensaba y mucho en Coral y sus niños: en Coralín y en Felisín, en aquellos niños que me habían cautivado con solo haberlos visto una vez , al igual que en su día lo había hecho su madre; y que por no sé qué razón, los sentía como un poquito míos.

Los días eran una rutina y para mí no tenían aliciente alguno, invadido como estaba de mi tristeza. Incluso llegué a hacerme solitario y rehuía en muchas ocasiones las salidas con mis amigos. Veía que me estaba haciendo daño con mi actitud pero me faltaba asimilar lo pasado y no sentirme culpable. El trabajo en la oficina me aliviaba y me ocupaba un tiempo en que por lo menos no le daba vueltas a mi cabeza.

Aquella mañana, el teléfono sonó con insistencia en mi mesa del despacho. Al descolgarlo, la voz de la encargada de la centralita me dijo:

-Félix, tienes una llamada de teléfono de una persona de nombre Coral que ha preguntado por ti. Dice que es urgente. Te paso la llamada.

-A ver, ¿quién es? ¡Dígame!

-Félix, soy yo Coral, te oigo muy mal.

-Yo te oigo bien, no te preocupes, ¡Dime! pero primero ¿qué tal estás tú? ¿Y los chaborrilos? (hijos)

La noté muy nerviosa y sin contestar a mis preguntas rompió a llorar y balbuceando me dijo:

-¡Ay Félix… que ha “ocurrío” una desgracia!

-¿Qué ha pasado?

-¡Ay Félix, qué desgracia!

-¿Pero qué ha pasado, Coral?

-El Amador, que ha tenido un accidente en la obra y se ha “matao”. ¡Ay, que “desgraciá” soy!

-Pero bueno… ¿y como ha sido?

No sé muy bien, Félix. Te pido “po” favor me ayudes. Ven a verme “po” caridad. Estoy “destrozá”. Necesito tu ayuda, de “verdá”. ¡Qué va a ser de mis churumbeles sin su bató! Ven, por nuestro amor, ven pronto.

-Bueno, voy a ver como lo puedo hacer…Oye, Coral, ¿sigues viviendo en las casitas debajo del Puy, como me dijiste la última vez que nos vimos en Estella?

-Sí, el barrio se llama Lizarra, tú ven “pa acá” que ya preguntarás en ese barrio por la chabola de la Coral y el Amador. ¡Ven pronto!

Pedí permiso al jefe de oficina, explicándole que necesitaba ausentarme de Logroño debido a la muerte de un familiar en Estella y tomé el primer autobús que salió en esa dirección. Apeado en la estación, rápidamente atravesé la Plaza Santiago y tomé la dirección de la cuesta que ascendía a la Iglesia del Puy debajo de la cual estaba el barrio de unas casitas de piedra, de poca altura, pequeñas y muy humildes donde según me había dicho vivía Coral con su familia.

Pregunté a otros gitanos que salieron a mi paso y me indicaron, algo extrañados de que un payo rondara por allá, el lugar exacto donde se encontraba la casa. En su cercanía, se amontonaban en varios grupos por un lado, las “primas” de Coral que ya conocía: Rocío, Naomí, Amara junto a otras amigas y por otros lados diversos corrillos de varios gitanos y gitanas que fumaban y hablaban entre sí. En su puerta y sentados en unas sillas viejas de madera estaban Ángel y Mauricio, en el interior se escuchaban gritos y muchos llantos.. Intuí que no era mal recibido pues Ángel que me reconoció al instante, se levantó de la silla y me extendió su mano para saludarme:

-¿Qué tal primo. La Coral ya “nosá” dicho que “ta avisaó”. Menudo “poblema” que tenemos. ¡Pasa! Que están “toos” adentro. La maita (madre), Remedios, también está “avisaá” de que la Coral te había “madao recao” y no le ha “sentaó ná” bien. Si te chamulla no le hagas caso.

Cuando fui a acceder, Mauricio, también se levantó con dificultad de la silla y se abalanzó sobre mí a besarme y abrazarme. Me dejó por la cara unas cuantas babas y se puso a mi lado. El interior de la casa era de una sola habitación con varios compartimientos separados por largas telas que hacían las veces de cortinas. Algunas de las telas dejaban ver camas y colchones tirados por el suelo. Disponía en el fondo de un fogón, a ras del piso, en donde estaban colocados varios pucheros y por la estancia y dispersados, pocos y rudimentarios muebles. Las paredes estaban completamente negras de la lumbre y había suciedad acumulada por todos los sitios. Por toda ventilación tenía una minúscula ventana. En el centro estaba colocado el féretro de Amador, una caja de madera de pino sin barnizar con la tapa cerrada y clavada.

A su alrededor un drama de gitanas y gitanos todos vestidos de negro llorando sin cesar, entre los que se encontraba Coral que nada más verme entrar acompañado de Ángel y Mauricio, salió a mi encuentro:

-¡Hola, Félix! ¡Gracias por venir tan pronto!

Ante la concurrencia, no me atreví a saludarla de la manera que a mí me hubiera gustado y le extendí mi mano diciéndole:

-Te acompaño en sentimiento. Lo siento mucho

-¡Gracias, Félix!

Como todo el mundo me miraba, Ángel buscó al tío Raimundo (abuelo de Coral y patriarca que ostentaba el mando):

-Tío Raimundo, éste es el payo amigo nuestro de la ciudad que hemos “avisaó pá” que nos ayude en el “poblema” que se “nosá” “presentaó”.

El viejo, tomó su vara y me golpeó suavemente con ella diciendo:

¡Batimují (Dios) te bendiga! ¡Venga esa mano!
Seguidamente alzando su voz para dirigirse a todos los presentes, ordenó:

-Este payo ha “entráo” en nuestra casa “pacernos” un “favó”. ¡Que sea bien "tratao" como un planó (hermano)!

Roto, de esta forma el enrarecimiento del ambiente, Ángel procedió a presentarme, a su manera, al resto de la familia: a la abuela Salomé, a su padre Juan de Dios, a Remedios, la madre, que seguía mirándome mal y de la que no guardaba buen recuerdo, al resto de sus hermanos: Samara, Leila, Natalio, Naiara, Emeterio, Yurena mujer de Ángel, Angustias la tía y al resto de parientes y amigos: Milena, Esmeralda, La Juani, Ismael, Jonathan, José, etc. Y de cuyos nombres me acuerdo gracias a que los fui anotando en mi libreta conforme me los presentaban con el fin de poderlos recordar.

Me acerqué a Coral, que seguía llorando junto al cadáver de su marido, me extrañaba que su caja mortuoria estuviera cerrada y le pregunté el por qué:

-¿Cómo es que la tapa de la caja está clavada? Y no se puede ver el cuerpo de tu marido.

-Ya sabes que trabajaba en una obra de “arbañil” y tuvo la mala suerte de caerse del andamio desde bastante altura. Tiene toda la jeró (cabeza) destrozada. Nos lo han dado así y no han dejado que lo veamos porque dicen no lo íbamos a conocer. Está en “mucho mal” estado. Por la tarde lo enterraremos en el cementerio en un sitio que tienen “pa” los calós, porque nos han puesto pegas hasta “pa” darle tierra.

-Y Coralín y Felisín que no los he visto ¿por dónde andan?

-Se los dejé “pa” que los guardaran a una amiga, la Emilia, que vive en el barrio de “La Merced”. Allí viven muchos gitanos y los payos le llaman a ese barrio “Katanga”; de esa forma les evitaba ver lo que le ha “pasao” a su bató y la catescá (reunión) que se ha “formao”.

-Coral, ¿Cuál es el problema que tenéis? ¿Qué ayuda es la que me estáis pidiendo? Hasta el tio Raimundo ha hablado de que he venido para haceros un favor. Concrétame el asunto.

-El Ángel te explicará mejor porque él sabe algo de esas cosas. ¡Ángel, ve “pacá”!

Ángel acudió solicito a la voz de su hermana y me puso al corriente del tema:

-Según “tengo conocido” podemos pedir un dinero por la muerte del Amador porque en un mercado en Puente la Reina un caló jinó (contó) que un “arbañil” de ese pueblo se mató en un accidente que tuvo en una obra en la que trabajaba y los abogados le sacaron mucho dinero al constructor. No sé más, por eso te hemos “mandao” llamar porque tú tienes estudios y sabrás más cosas de esas de los payos y podrás echarnos una mano.

-Lo que haga falta Ángel –contesté-

El entierro de Amador, como estaba previsto, se hizo por la tarde y fue una auténtica manifestación de apoyo y solidaridad de la gente gitana a los de su raza. Acudieron gitanos familiares de diversos puntos de la geografía que incansables mostraron su dolor de un modo vehemente. Acabado el acto se reunieron en una campa, cercana a la casa de Coral, donde dieron buena cuenta de unos cuántos pucheros de patatas que se habían preparado para la ocasión. Después para mitigar su dolor bebieron vino y aguardiente. Al anochecer se escuchaba su cante.

Busqué una pensión en el centro de la ciudad y me acosté cansado y pensando que no tenía nada claro que es lo que podía hacer por aquella gente. A la mañana siguiente, más despejado, llamé desde la sucursal de la Telefónica al jefe de mi oficina para comunicarle que por problemas surgidos tenía que quedarme en Estella algún día, pero sin darle más explicaciones. Había quedado con Ángel en un bar y allí nos reunimos. Mientras tomaba un café y Ángel un carajillo comenzamos a hablar:

-Ángel, ¿tú sabes en que obra trabajaba Amador?

-Sí, sí que lo sé primo

-¿Me podrías acompañar y enseñármela?

-Claro que sí, “pa” eso estoy primo “pa” ayudarte en lo que sea.

-¿Y el trabajo? ¿No tienes que hacer mercados esta semana?

-Los mercados que esperen, primo. Ya se harán “cuando sea de menester”.

-Oye Ángel y antes de que se me olvide, te quería preguntar que he observado, en el tiempo que llevo con vosotros y con las gentes que han venido de fuera, que no tenéis un dialecto igual que habláis de manera diferente, ¿A qué es debido?

-Pues debido a que nuestro hablar se ha mezclado con el vuestro y ha salido ese hablar y también a que los gitanos, en según las zonas que conviven, han cogido palabras que escuchan en esos sitios y ellos las dicen a su manera.

Llegamos a un barrio nuevo, prácticamente en construcción, de pocas casas, donde Ángel me señaló el edificio donde trabajó Amador y en el que un letrero mural, a pie de obra, decía en grandes letras: “Construcciones Villatuerta” y exponía las dimensiones y calidades de los pisos que se iban a hacer, añadiendo en letras de distinto color y tamaño el texto de: “información en obra”.

-¡Aquí lo tienes, primo!

La valla que rodeaba el recinto estaba cerrada y dentro de ella se veían materiales de construcción: ladrillos, puntales, sacos de cemento y una hormigonera pero no había, ni rastro, de gente trabajando, detalle que nos empieza a “mosquear”. Dimos unas voces y como nadie acudió, nos pasamos a un edificio cercano donde unos obreros estaban en plena faena y les preguntamos:

-Buenos días, la construcción de aquí al lado, por un casual, ¿está parada?, porque no hemos localizado a nadie trabajando dentro de ella y nos extraña mucho. ¿Sabéis algo?

-Hubo un accidente con el resultado de un obrero muerto y desde ese día está parada. Todo el mundo se largó, no sabemos nada más –contestó uno de los trabajadores-

-Y, os quería preguntar...la dirección de esta constructora ¿tenéis conocimiento donde es? El letrero es que no indica ni señas ni teléfono.

El obrero, les preguntó al resto de sus compañeros y con la cabeza, uno a uno, fueron haciendo el signo negativo.

-Pues, ¡nada! Muchas gracias, seguid con el trabajo.

Este mismo obrero, cuando ya nos disponíamos a irnos nos gritó:

-En el bar de la carretera, a lo mejor saben algo.

Nos dirigimos hacia allí, un tugurio de mala muerte atendido por una señora cuarentona muy pintada y con las tetas abundantes que las ponía metódicamente encima de la barra cada vez que se meneaba. Nos sirvió un par de cervezas como consumición y aprovechamos para entablar diálogo con ella:

-Buenos días, señora. Sabe algo de un gitano accidentado en una obra cerca de aquí, que se mató…

No me dejó continuar, señalado con su dedo una mesa cercana donde jugaban a las cartas, gruñó:

-¡Ahí está mi marido! Pregúntale a él.

Nos acercamos hacia el lugar que la señora nos había indicado, donde un corro de hombres desaliñados jugaba al mus.

-Perdonen, el dueño del local por favor

-¡Soy yo! -contestó uno de ellos de fornido aspecto y con voz áspera- Esperar a que termine la jugada y estoy con vosotros.

Cuando hubo terminado, a continuación de haber oído las palabra ¡Órdago! ¡Quiero!, se levantó de su asiento y nos acercó otra vez hacia la barra.

-¡Qué os trae por aquí!

- Imaginamos, que usted está al corriente de que en un edificio en construcción de aquí al lado hubo un accidente y un gitano se mató. Estamos preguntando si alguien sabe el domicilio o el teléfono de la promotora de la obra, “Construcciones Villatuerta”.

-Sí, sí que lo sé. ¡Bueno! lo sé más o menos porque el gerente alguna vez ha caído por aquí con otras personas, arquitecto, aparejador y les he oído hablar. Creo que tiene, no sé si la oficina o su vivienda, en la calle Navarrería pero el número lo desconozco. Como la calle no es muy grande no tendréis dificultad en localizarlo.

-Pues nada más y gracias. Eso es todo.

Sin tiempo que perder nos personamos en la calle Navarrería y comenzado por uno de sus extremos iniciamos el recorrido de los portales por ver si en las afueras de alguno de ellos encontrábamos el letrero de la consabida “Construcciones Villatuerta”. Tuvimos bastante suerte y enseguida localizamos la casa donde lucía el letrero que así lo decía: primer piso izquierda. Subimos las escaleras con rapidez y presionamos el timbre de una puerta antigua de roble bien labrada, salió a abrirnos una rubia teñida de pelo rubio con gafas, flaca y mal tipo a la que preguntamos:

-¡Buenos días! ¿Está el gerente?

La rubia, bajando las gafas y mirándonos de reojo no contestó a nuestra pregunta y poniéndose a la defensiva –se apreciaba que tenía más conchas que un peregrino- nos dijo:

-¿Para qué querían verlo? ¿De qué asunto se trata?

-Es en relación con el accidente del albañil ocurrido en la obra –contestamos los dos al unísono-

Sin dejarnos pasar del quicio de la puerta de entrada, la rubia con desparpajo añadió:

-El Sr. Echeverría no está. ¿Si quieren dejar algún recado?

-¡No! Queríamos hablar directamente con él

-Perdonen, pero ya les digo que no está

-¿Y cuándo o dónde le podíamos localizar?

Ante nuestra insistencia la rubia se colocó otra vez las gafas en su sitio y nos replicó soltando lastre:

-Tenemos varias obras y vaya usted a saber en cuál de ellas estará. Tiene por costumbre darse una vuelta por aquí a última hora de la mañana, antes de irse a comer y por la tarde después de las seis.

-Pues, dígale por favor, que pasaremos sobre esa hora de mediodía a estar con él.

-¿Y a quiénes, tengo el gusto de anunciarle? –Pronunció con sorna-

- A un cuñado de Amador Gabarri y a su amigo Félix –le contestó Ángel-

Como aún nos quedaba un largo rato para la hora convenida para la entrevista con el Sr. Echeverría, nos dimos una vuelta hasta la casa de Coral para ver como seguían por allí las cosas. Al llegar la encontré algo más calmada que el día anterior y la multitud de gente había desaparecido, únicamente estaban los familiares más cercanos.

-¿Cómo te encuentras, Coral? –le pregunté-

-¡Mejor, ya se va pasando…! -comenzó a llorar-

Con gran desconsuelo ella se vino hacia mí y yo la acogí abrazándola y cobijándola en mi pecho. Pasé mi mano por su cara, impidiendo que sus lágrimas cayeran y le atusé el pelo, después muy bajito le dije al oído:

-No sufras tanto, amor mío. Estoy aquí contigo.

Coral se estrechó aún más a mi cuerpo y siguió llorando mientras repetía algo que ya me era conocido:

-¡Qué va a ser de mis pobres churumbeles!

...continuará