miércoles, 21 de octubre de 2009

20-ORDIZIA -Su historia como municipo (1)


Ordicia (en euskera Ordizia), antiguamente también llamada Villafranca de Oria, Villafranca de Ordicia o Villafranca, es un municipio de la provincia de Guipúzcoa, País Vasco (España).

El municipio nació en 1256, cuando el rey castellano Alfonso X el Sabio ordenó su fundación en el lugar que se llamaba Ordicia. Años más tarde, en 1268, el mismo rey otorgó a la población el título de villa y ciertos privilegios como el Fuero de Vitoria, rebautizando la población como Villafranca, para incidir en los derechos de sus pobladores.

Se cree que fue en 1256 cuando el castellano rey Alfonso X el Sabio creó la villa, dentro de un plan de fundaciones en el que también entraban Segura y Tolosa. Primitivamente, la que luego llegará a villa juntera se asentaba junto a la ermita de San Bartolomé, y se denominaba "Ordizia". Fue el citado rey el que le cambió el nombre mediante un Privilegio librado en Sevilla el 30 de junio de 1268, en el que también le concedió el Fuero y ventajas de Vitoria, y le eximió de todo pecho real. Sancho IV el Bravo, que sucedió a Alfonso, confirmó el privilegio de su antecesor y añadió más exenciones y franquezas en otro documento que despachó en Valladolid el 28 de abril de 1290


Ordizia en 1875
En 1467 recibió otro privilegio, expedido en Madrid el 14 de enero, por el que el rey Enrique IV le libraba de pagar dos mil maravedíes anuales del "pedido", y la suponía exenta de fonsadera yotras cargas, en premio a los servicios que prestaba. Las circundantes colaciones de Altzaga, Arama, Ataun, Beasain, Gaintza, Itsasondo, Legorreta, Zaldibia y algunas casas de Lazkao, ante la inseguridad que reinaba en el campo por causa de los malhechores y nobles locales, pidieron unirse a la urbe para protegerse de los desmanes de aquéllos y beneficiarse de las ventajas que tenían las villas.

El 8 de abril de 1399 Villafranca las acogió como vecinas; todas ellas firmaron una escritura de Concordia que Enrique III confirmó en Turégano el 5 de agosto de 1402, y los Reyes Cató1icos en Córdoba el 27 de mayo de 1492. La anexión suponía que el alcalde ordiziarra adquiría atribuciones judiciales, tanto civiles como criminales, en el territorio agregado, quedando como alcaldes pedáneos los que hubiere con anterioridad.
EL MERCADO
Las primeras ferias de Ordizia se realizaron en torno a la ermita de San Bartolomé (S. XI-XII), punto de encuentro de los primitivos ordiziarras y productores del entorno. Aquellos primeros encuentros comerciales quedaron definitivamente consolidados y reglamentados cuando el núcleo ordiziano se constituye en Villa y recibe el fuero de Vitoria.

1268 la Villa de Ordizia obtiene el Fuero de Vitoria indicándose ya que sus pobladores gozaban de absoluta franqueza para comprar, vender y poseer bienes raíces, sin pagar nada al erario entre otros privilegios.

15 de Mayo 1512 La reina Doña Juana otorga a Villafranca la facultad real para que hubiese mercado franco todos los miércoles como medio de ayuda a la reconstrucción de la Villa destruida por un incendio el 18 de marzo del mismo año, aunque su origen sea probablemente anterior.

1614 obtuvo Villafranca merced de S.M. para que pudiera celebrarse una Feria extraordinaria todos los años el día de San Bartolomé, feria que se trasladó posteriormente al 8 de Septiembre y que está en el origen de la actual Feria Extraordinaria de Fiestas Vascas.

JUANA "LA LOCA"


La reina Juana fue la tercera hija de Fernando II el Católico y de Isabel I la Católica. El 6 de noviembre de 1479 nació en la antigua capital visigoda de Toledo y fue bautizada con el nombre del santo patrón de su familia, al igual que su hermano mayor, Juan.

En 1516 murió Fernando II el Católico, y por su testamento, Juana se convirtió en reina nominal en Aragón, pero varias instituciones de la Corona aragonesa no la reconocían como tal en virtud de la complejidad institucional de los fueros; entretanto su hijo Carlos se benefició de la coyuntura de la incapacidad de Juana para proclamarse rey, aprovechándose de la legitimidad que tenía su madre como heredera de los Reyes Católicos en Castilla y en Aragón, de forma que se añadió él mismo a los títulos reales que les correspondían a su madre.


La Feria actual
Semanalmente se reúnen en Ordizia compradores y vendedores de productos agrícolas y ganaderos procedentes de todo el Goierri y alrededores (Barranca navarra, Bríncola, Zumárraga, Salvatierra...), creándose un ambiente colorista que envuelve todos los "txokos" de la villa.

El punto central de este mercado, que se extiende por gran parte del cemtro de Ordizia, es la Plaza Mayor, que actualmente se presenta cubierta por una estructura singular donde destacan sus gruesas columnas y que ha sido diseñada específicamente para acoger el mercado semanal.Además de los mercados "ordinarios" que se celebran todos los miércoles, anualmente se celebran varios mercados especiales, destacando el de las Fiestas Vascas en septiembre ( que incluye el famoso concurso de quesos de oveja) y el mercado extraordinario de Navidad en diciembre.

jueves, 1 de octubre de 2009

19-Los Monasterios en Navarra

Monasterio de Santa María la Real de Iranzu
El monasterio de Iranzu está situado en un inigualable entorno histórico-artístico, de origen cisterciense y cuya construcción se prolonga desde el siglo XII hasta el XIV. Situado en el municipio Abárzuza (Navarra), muy cercano a la ciudad de Estella.

En euskera Iranzu significa"helechal

El establecimiento de los monjes cistercienses de San Bernardo en Iranzu data de 1176. Surgió tras la donación de los terrenos de Iranzu por parte del obispo de Pamplona D. Pedro de París, natural de Artajona, a su hermano Nicolás, para que allí fundara un monasterio de su orden.















Monasterio de Irache

El Monasterio de Irache se encuentra ubicado, no por casualidad, en un lugar privilegiado en cuanto a románico se refiere. Se sitúa junto al pueblo de Ayegui, a muy poca distancia de Estella y en el Camino de Santiago .

El ábside central es un prodigio de elegancia, sentido de la verticalidad y decoración armoniosa. Se accede a esta parte de la iglesia a través de un arco triunfal doblado y de perfil muy agudo, tras el que aparece el presbiterio abovedado con cañón apuntado y luego el propio ábside cubierto por bóveda de cuarto de esfera.

El ábside central lleva potentes contrafuertes que forman siete calles o paños animados por tres ventanales en la parte central (con doble arquivolta) y óculos en la superior. Más arriba corre un friso de arquillos murales trilobulados que caen sobre ménsulas esculpidas a modo de canecillos y más arriba, sosteniendo el alero, aparece la corona de canecillos propiamente dicha.

Los ábsides laterales son bastante más pequeños y austeros. Tiene columnas entregas y en el centro del semitambor hay sendos ventanales

Monasterio de la Oliva
Su amplia iglesia, que es uno de los más genuinos ejemplos del arte cisterciense de España, el claustro gótico, la sala capitular y la capilla de San Jesucristo le descubrirán la importancia artística de este monasterio, construido en los siglos XII y XIII, en el que resulta fácil pasar las horas en tranquila y permanente meditación.
Los sólidos muros de piedra del monasterio de La Oliva atesoran siglos de historia y arte: un oasis de paz y tranquilidad. La Oliva, uno de los tres monasterios que se conservan en la Ribera de Navarra, es la actual morada de 26 monjes cistercienses a quienes se puede ver, vestidos con túnicas blancas, paseando y orando por el claustro .

Su visita le permitirá descubrir el valor del silencio, pero también la sonoridad de las liturgias diariamente cantadas por los monjes en lengua vernácula.
San Miguel de Aralar
San Miguel es uno de los centros de espiritualidad más conocidos de Navarra y lugar de leyendas como la de Teodosio de Goñi. Se cuenta que en el valle navarro de Goñi vivía en el siglo VIII don Teodosio, señor de la comarca. A su vuelta de la guerra con los árabes, se encontró en el camino con un diablo disfrazado de ermitaño, quien le contó que su mujer le había estado engañando con un criado. Al llegar a casa, Teodosio atravesó con su espada a la pareja que yacía en su cama, sin percatarse de que eran sus padres.
Como penitencia, el papa le condenó a caminar por los montes cargando una cruz y atado con unas cadenas hasta que éstas se rompieran. Vagando por la Sierra de Aralar, un día se le apareció un dragón y Teodosio invocó a San Miguel, que mató a la bestia y lo liberó de sus cadenas. Allí mismo, Teodosio erigió el santuario en el que se guardan las cadenas y se venera la reliquia de San Miguel.
Toda la sierra de Aralar es un paraíso para los amantes del paseo y del senderismo: a un lado de la sierra se encuentran la Vía Verde del Plazaola, el paseo que lleva al nacedero del Larraun o la visita a las cuevas de Astitz, y al otro, la Barranca, con las rutas de los dólmenes y localidades como Uharte Arakil, famosa por su concurso de perros de pastor y desde la que también se puede acceder al santuario por una pista. En invierno, si nieva en abundancia, se puede practicar el esquí de fondo.