Altzagarate constituye sin lugar a dudas uno de los balcones naturales más extraordinarios de nuestro territorio. Allí está Izazpi, la montaña a cuyos pies se encuentra la iglesia de Santa María de Zumárraga; Allí está Murumendi, la cumbre de los conjuros y las tormentas; Allí está Aratz, el macizo que guarda el famoso "Paso Horadado" lejos, en la base de Gazune, el collado de Zelatun, donde la de San Adrián; Allí está Aizkorri, con su cima rocosa dominada por la ermita del Santo Cristo, mientras a sus pies se recoge el santuario de Arantzazu. Más leyenda hizo luchar a vascos y romanos en el famoso combate de los "trescientos". Enfrente, los caminos de losas negras de Santa Cruz de Urkia.
En esta iglesia se guarda en el retablo principal la imagen de Nuestra Señora de Altzagarate, preciosa talla de los siglos XIV-XV, de algo más de medio metro de altura, aunque por ciertos rasgos de su figura y ropas podríamos atrevernos a hacerla más antigua.
A un lado de la figura de Andra Mari destaca la imagen de San Sebastián. Es un San Sebastián originalísimo, un poco gordito, con una barba y bigote muy bien marcados, y recibiendo los flechazos en su cuerpo como si tal cosa, con las manos unidas bajo la cintura.
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