La ANGULA, ateniéndonos al acróstico de sus
letras, podríamos decir que tiene:
La A, de Anguila como no podría ser de otra forma, porque una hija debe ser siempre bien agradecida con la madre.
La A, de Anguila como no podría ser de otra forma, porque una hija debe ser siempre bien agradecida con la madre.
La N, de Necesaria, para el sustento de las familias que directa e
indirectamente dependen de tan preciado manjar.
La G de Gula, porque apetece en exceso. Dos cazuelas, mejor que
una, y tres, mejor que dos.
La U , además de Universal, de Única, porque es difícil que exista otra especie comestible
tan diminuta y de tanto valor a la vez.
La L de Lista, porque tiene la virtud de escurrirse, poniéndoselo muy difícil a
los anguleros, pagando las consecuencias, dada su escasez, los consumidores.
La A de nuevo, de Admirable, por su increíble y sorprendente comportamiento y
ciclo vital. Y, quizá no lo sepan, de Afrodisiaca, virtud descubierta
recientemente y que afecta a ambos sexos. El inconveniente es que, para que
haga efecto, han de degustarse un mínimo de 300 gramos diarios, por persona,
claro. ¿Merecerá la pena...?
La ANGULA es, sin duda alguna, uno de los platos mejores, de
mayor prestigio y, si se quiere, más elitistas de la cocina española.
Una forma sencilla de cocinar, pero de excelentes resultados.
Es un alimento muy completo y exquisito. Como
alimento, tiene los mismos nutrientes que cualquier otro pescado azul,
aportando además vitaminas A y B y de forma muy relevante D y B12, algo de lo
que la mayoría de los pescados carecen.
La angula fue una especie más bien depreciada y
despreciada, tanto que servía de comida para las gallinas.
Los pescadores preferían salir a la mar, dejando el hoy denominado oro blanco para los aldeanos o terrestres.
Los pescadores preferían salir a la mar, dejando el hoy denominado oro blanco para los aldeanos o terrestres.
Hasta que una mujer de Fuenterrabía, conocida por «Maricuerno» , se desplazó a Asturias para comprarla, precisamente en La Arena y en San Esteban de Pravia, y enviarla al País Vasco.
Sucedía esto a finales del siglo XIX y principios del XX.
La historia de la ANGULA se puede relacionar a
la perfección con la memoria histórica, tan de moda últimamente. Y es que la
angula, junto con el salmón y el reo, son verdaderos seres con memoria
histórica.
Las anguilas,
emprenden viajes de miles de kilómetros hasta llegar al mar de los Sargazos.
Allí desovan, mueren y las crías retornan el viaje al río donde vivieron sus
madres y no a otro.
Es, sin duda, algo genético que esta especie lleva en sus cromosomas y que entiendo confirma lo dicho.
Es, sin duda, algo genético que esta especie lleva en sus cromosomas y que entiendo confirma lo dicho.
La ANGULA es la cría de la anguila y uno de los seres
vivos más increíbles de la creación. Los miles de kilómetros que viene a
recorrer este pez a lo largo de su vida es algo que no tiene parangón en la
naturaleza. Pero aún hay más: ningún organismo en período de crecimiento reduce
su tamaño, como lo hacen los alevines de la anguila.
El lugar para el desove, que se desconocía hasta el pasado siglo XX, se sitúa en el mar de los Sargazos, entre las Bermudas y Puerto Rico.
El lugar para el desove, que se desconocía hasta el pasado siglo XX, se sitúa en el mar de los Sargazos, entre las Bermudas y Puerto Rico.
Allí desovan en
aguas profundas y, antes de morir, la hembra produce hasta 20 millones de
huevos de flotación libre.
Lo de «flotación libre» no quiere decir que se vayan
flotando por libre.
Estas larvas, llamadas
leptocéfalas, se dejan arrastrar por la corriente del Golfo en forma de bolas,
como si de pelotas de tenis se tratara, y tardan tres años en llegar a las
costas europeas.
Porque ese periplo a lo largo de un trienio le sirvió a la prole de las anguilas para convertirse en gallardas angulas de entre seis y ocho centímetros, que colonizarán los estuarios.
Porque ese periplo a lo largo de un trienio le sirvió a la prole de las anguilas para convertirse en gallardas angulas de entre seis y ocho centímetros, que colonizarán los estuarios.
Si alguna sobrevive a la trampa de las
redes, nadarán río arriba para convertirse en adultas y completar su ciclo
vital.
La ANGULA es un producto que no está al alcance de
cualquiera, sobre todo desde que los japoneses mostraron serio interés por la
especie, viéndose desde entonces el mercado y los precios desbordados.
A Japón
llevan las ANGULAS en vivo para los arrozales, consiguiendo un doble objetivo:
favorecen el cultivo desparasitándolo y tienen pescado, la anguila, que, por
cierto, es uno de los peces de río menos promocionados, a pesar de que la
empanada de anguila la conocían los romanos y en los recetarios españoles de
los siglos XIV al XVII todos los gastrónomos de prestigio se ocupan de ella
amplia y favorablemente.
FESTIVAL DE LA ANGULA
En el segundo fin de semana del mes de Marzo la localidad asturiana de San Juan de la Arena(Soto del Barco) celebran una jornada que permite degustar este excelente plato,preparado de diferentes formas y dentro de un menú que se ajusta a todos los bolsillos.
NO FALTEIS
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