Este fin de semana mi mujer y yo , tuvimos el placer
de compartirlo con nuestra hija Verónica ,en la entrañable ciudad de Oviedo.
En la agenda iba incluida la asistencia al concierto
que se celebraba de la soprano Ainhoa Arteta junto al barítono Juan Jesús
Rodriguez en el Auditorio Príncipe Felipe , acompañados por la
Orquesta Filarmonía de Oviedo y dirigida por el director italiano Marzio Conti.
Ambos triunfaron ante un público
entendido y sobre todo entregado a la calidad de sus voces y oficio
interpretativo.
El maestro Marzio Conti, al frente de la orquesta
Oviedo Filarmonía, se apuntó buena parte del éxito.
Mozart llenó la primera parte del programa, que
comenzó con la obertura de la ópera «Le nozze di Figaro»,,
Juan Jesús Rodríguez, muy bien con una voz dulce
y poderosa cantó el recitativo y aria del Conde«Hai già vinta la causa» y el
aria «Vedro mentriò suspiro» del conde de Almaviva, de «Las bodas de Figaro»Le dio la réplica la soprano Ainhoa Arteta con el aria de la condesa Rossina «Porgi amor», del mismo título, que gustó mucho al público.
Cambio de tercio aún con el mismo compositor, ya que
de la levedad de «Las bodas» se pasó a la gravedad de «Don Giovanni».
La imponente obertura fue muy bien presentada por
Conti y enlazando siguió el aria «Deh, viene alla finestra», de la misma ópera,
que el barítono onubense bordó sobre el sonido de la mandolina.Disfrutamos de
lo lindo en esta interpretación.
La soprano guipuzcoana ofreció, también del gran título mozartiano, el recitativo y aria de doña Elvira «In quali eccesi, o Numi... mi tradi quell' alma ingrata», excelente, con tema y variaciones sucesivas.
Y para cerrar la primera parte, Juan Jesús Rodríguez y Ainhoa Arteta ofrecieron y semiescenificaron el dúo «La ci darem la mano», tan hermoso como bien cantado.
La segunda parte fue italiana, más variada y de igual
calidad. Con el aria de Tonio «Si può?», el prólogo de «Pagliacci», de
Leoncavallo, Juan Jesús Rodríguez volvió a poner al público en órbita cantando
al límite.La ovación, claro, fue enorme.
Llegó el turno de Puccini. Arteta cantó, con entrega, el aria «Sola, perduta, abbandonata», del mismo título, y el respetable volvió a emocionarse.
El barítono se
revistió con las discutibles galas morales de Germont para cantar «Di Provenza
il mar, il suol», de «La Traviata», de Verdi. Otra gran ovación. Y la soprano
con el aria de Violeta «Addio del passato», del mismo título, replicó el éxito.
El preludio de «La Traviata», bordado por Conti y Oviedo Filarmonía, dio un respiro a los cantantes, que acometieron después el dúo y la larga escena de Germont y Violeta, «Madamigella Valery», de «La Traviata», con carta y bastón incluidos, que rindieron al público, que les dedicó tres minutos y 34 segundos de ovación.
Como propina, el dúo «De mi tierra extremeña», de la zarzuela «Luisa Fernanda», de Moreno Torroba. Empate en lo artístico y, por fin, cambio de roles: victoria amorosa de la frívola Luisa Fernanda sobre el conservador Vidal.
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