A esta jornada festiva asistieron como invitados el alcalde de la villa, José Miguel Santamaría; el concejal de Deportes, Jon Txurruka; los ex presidentes del Villafranca UC y Ordizia KE: Blas Arrieta, Fabri Rodríguez, Juanito Tolosa, José Ignacio Iturralde, José Oyarbide, Jesús Mari Láriz, Juantxo Guridi (presidente durante la celebración del 50 aniversario del club, temporada 91-92), Vicente Trujillo y Migueltxo Jauregi. En total, ahí es nada, 222 comensales.
A los postres, el actual mandatario del Ordizia, Fernando Arana, agradeció la asistencia de todos y tuvo unas palabras de recuerdo para los presidentes fallecidos, en especial para Juanito Iztueta Irisarri, que nos decía adiós el pasado 6 de marzo y de quien destacó sus 14 años como máximo responsable del club, (8 en el Villafranca UC y 6 en el Ordizia KE). A su vez, agradeció a los jugadores, jugadoras, técnicos y delegados su dedicación y defensa de los colores de la entidad.
A continuación dio pasó al reparto de trofeos, que quedó de la siguiente manera. En categoría alevín: máximo goleador: Garazi Regil, mejor jugador: Aitor Aranzabe y premio a la motivación: Danel Calvillo.
En el infantil femenino de F-8, se proclamaba pichichi June Muxika, mejor jugadora: Lore Carrasco y distintivo a la motivación para Itsasne Crehuet.
En el infantil txiki, el galardón reservado para el mejor artillero registró empate a número de dianas por lo que la distinción se la llevaron Aritz Gartzia y Gorka Etxeberria. Mejor jugador: Jon Rodríguez y enseña por su pundonor para Jackue Arruabarrena.
En el infantil de honor, máxima efectividad ante la portería contraria para Josu Hernández, mejor jugador: Beñat Dubreuil y motivación: Jon Ayestaran
En categoría cadete femenino de F-8; máxima goleadora: Ylenia Morales, mejor jugadora: Shantalen Amundarain y motivación: Harritxu Muxika. En el cadete de honor, mejor cartulina ante la portería contraria para Xabier Zurutuza, mejor jugador: Beñat Ventureira y motivación: Pablo Zabala.
En el equipo de la Liga Vasca juvenil el número uno, de los goles a favor era Javier Santamaría, mejor jugador: Iñigo Ormaetxea y motivación: Jon Ander Agirrezabala.
En el senior femenino las cosas quedaban de la siguiente manera: Máxima goleadora: Ane Larrañaga, mejor jugadora: Yaisa Etxezarreta y motivación: Alazne Rubio.
En Primera Regional, casi todo quedaba en casa, ya que Eneko Mendia superaba a su hermano Unai, en el número de veces que obligó al equipo contrario a sacar de medio campo, no obstante Unai se llevaba el trofeo al mejor jugador. El premio a la motivación recaía en Adur Mujika.
En el buque insignia del club; el equipo de División de Honor Regional, el máximo goleador era Xabier Gisasola, mejor jugador: Ibet Fernández y motivación: Iker González.
Las chicas del senior femenino le hicieron un obsequio de despedida, a su entrenador; Mikel Muriel, por la dedicación mostrada durante estos últimos años.
De la misma manera, los jugadores del equipo de la Liga Vasca juvenil le entregaron el correspondiente obsequio a su entrenador, Imanol Rubio, por el nacimiento de su vástago. Zorionak.
Al final de la comida se escucharon gritos de 'Gorka quédate, quédate'. 'Quédate, Leku quédate'. Que su destinatario, Gorka Lekuona recogió visiblemente emocionado.
Tiempo al tiempo, y lo hay, de aquí a julio. Ánimo Gorka.
Nace el Consejo Local del Deporte
En octubre de 2008, de la mano del Consistorio nacía el Consejo Municipal de Bienestar Social, entidad que surgía como órgano consultivo, en el que quedaban integradas personas representantes de las diferentes asociaciones que ejercen su labor en este ámbito en el municipio: Gueske, asociación de ex alumnos de la Escuela de la Experiencia, Nagusilan, Kimetz, Cáritas, Cruz Roja, DYA... y quedaba abierta a aquellas que centran su empeño en el mundo de la salud: Donantes de Sangre, Alcohólicos Anónimos, Katxalin...
En octubre de 2008, de la mano del Consistorio nacía el Consejo Municipal de Bienestar Social, entidad que surgía como órgano consultivo, en el que quedaban integradas personas representantes de las diferentes asociaciones que ejercen su labor en este ámbito en el municipio: Gueske, asociación de ex alumnos de la Escuela de la Experiencia, Nagusilan, Kimetz, Cáritas, Cruz Roja, DYA... y quedaba abierta a aquellas que centran su empeño en el mundo de la salud: Donantes de Sangre, Alcohólicos Anónimos, Katxalin...
Entre sus funciones, asumía el reto de orientar la política municipal en temas de bienestar social; analizar la situación social de Ordizia...
En consonancia, y desde esa misma perspectiva, echa a andar ahora el Consejo Asesor de Deportes. Su razón de ser no es otra que impulsar la participación ciudadana en todo lo concerniente a la actividad deportiva en la localidad y asesorar a la Administración local en esta materia. Su labor, analizar, discutir y proponer al Ayuntamiento cuantas iniciativas en favor del deporte estime convenientes.
Desde ese punto de vista está abierto a los clubes federados, a los usuarios de Majori y a los que, vinculados a la práctica deportiva, no lo son... El proceso de elección de las personas participantes se realizará mediante sorteo entre los inscritos, no siendo necesario ser usuario del polideportivo. Para participar hay que inscribirse en el polideportivo Majori o enviar un correo electrónico a la dirección: orivela@ordizia.org, antes del próximo día 18, señalando el nombre y apellidos y medio de contacto (correo, teléfono, dirección postal...).
Aunque el panorama meteorológico pintaba un escenario crudo, el cielo no se ensañó con el fin de semana y las horas transcurrieron desde este punto de vista con un aprobado raspado. Dicen los moteros que mientras acudir a la concentración Pingüinos, en el comienzo del mes de enero, a menudo con un biruji que tiembla el basto da caché fuera de la reunión en tierras pucelanas, el mal tiempo y sobre todo la lluvia, desanima a los seguidores del motor de explosión sobre dos ruedas. Mal tiempo que además fue generalizado a lo largo y ancho de la piel de toro.
En cualquier caso, los componentes de la agrupación motera local'Bárdulos, realizaban un balance positivo y se mostraban satisfechos del discurrir de esta quinta edición en torno a la mítica Harley Davidson. «Nuestro reconocimiento -decían- para los más fieles, y entre ellos para aquellos moteros que llegaron, empapados, desde Caspe (Zaragoza), o para aquellos otros que ante la que estaba cayendo optaron por venir en coche».
«Quienes nos visitaron -añadían- volvieron a insistir en que la de Ordizia es una de las mejores concentraciones que se celebran a nivel estatal, fundamentalmente, por la calidad que brinda a todos los niveles: instalaciones, todas cubiertas, avituallamiento, espectáculos, ambiente, entorno, etcétera». El viernes, reunió más motos que la misma jornada del año pasado, lo que no ocurrió el sábado.
El concierto que ofreció el grupo valenciano, 'Relevo de plata' resultó genial. «Se dejaron la piel en el escenario, afirman los anfitriones, y evidentemente estamos barajando volver a traerlos otro año».
Fenomenal la exhibición del campeón del mundo de trial-bici, Benito Ros, al que la humedad persistente en el suelo le limitó su puesta en escena, al menos poder ofrecer sus números más arriesgados. Ya en la Plaza Mayor, la prueba de sonido que realizó a media tarde, el conjunto argentino,'Dios Salve a la Reina generó gran expectación ante el concierto de la noche, en el que llenaron el aforo.
Público entregado que levitó, destacan los Bárdulos cuando el cantante, Pablo Padín salió al escenario con la camiseta y bandera de la Real Sociedad. Hubo gente de todas las edades, y procedencias. Llamativa, la de madrileños y catalanes. «La verdad, es que lo hicieron fenomenal», enfatizan.
Importante también, el hecho de que hubo más puestos que otros años en el mercadillo, puntos de venta de indumentaria motera que además trabajaron bien.
Por lo que a la entrega de premios respecta, que acompaña al cierre de la fiesta motera, los miembros de Bárdulos optaban por hacer coopartícipes del galardón al motero llegado del punto más lejano, al trío de austríacos, que vinieron a Ordizia procedentes de Barcelona, desde donde emprendían regreso a casa (plan de vuelta que tenían previsto completar después de tres días, dos noches, de ruta), con la motera que acreditaba matrícula de Teruel.
Por lo que a la entrega de premios respecta, que acompaña al cierre de la fiesta motera, los miembros de Bárdulos optaban por hacer coopartícipes del galardón al motero llegado del punto más lejano, al trío de austríacos, que vinieron a Ordizia procedentes de Barcelona, desde donde emprendían regreso a casa (plan de vuelta que tenían previsto completar después de tres días, dos noches, de ruta), con la motera que acreditaba matrícula de Teruel.
El agasajo para el motor club más numeroso se lo llevaba VOCS, con 18 miembros inscritos, la mayor parte llegados de Navarra.
El recuerdo y detalle para el motero más veterano iba para Eibar en el zurrón de Quico, que acreditaba 56 primaveras.
El reservado para el primer inscrito se quedaba en casa dado que recaía en José Mari Lobato. Para ayer a la tarde estaba todo recogido; barra, tablado, carpas, vallas, etcétera, como si aquí no hubiera ocurrido nada.
Toca ahora relajar un poco, y sin prisa pero sin pausa, ir preparando la sexta concentración Bárdulos, que llegará, Dios mediante, el segundo fin de semana de junio del 2011.
Innovar en tiempos de crisis
La agencia de desarrollo comarcal Goieki acaba de hacer entrega de los premios correspondientes a la decimotercera edición del Concurso de Proyectos Empresariales.
En el apartado Mejor proyecto empresarial de nueva creación, que es el que cuenta con mayor dotación económica, 9.000 euros, quedaba dividido en dos accésit y repartido entre las empresas Hazia y Errekarte. Otro tanto ocurría con el capítulo destinado a galardonar el Mejor proyecto medioambiental en la empresa, en el que recibían el correspondiente reconocimiento Prodema y Ezarri.
Finalmente, en la categoría o modalidad Mejor proyecto de innovación en la empresa, el jurado se decantaba por el proyecto que representa Largui.
Abrió el acto José Miguel Santamaría, alcalde de Ordizia, quien aludió a la implicación y compromiso de Goieki con la comarca a favor de su desarrollo, desde sus orígenes. «Compromiso sólido en el que seguimos creyendo», apuntó. A renglón seguido se refirió a la internacionalización como reto y norte en el que seguir redoblando esfuerzos, y animó a los jóvenes a ser valientes, a emprender y a presentar nuevas ideas empresariales, «que es lo que necesitamos», dijo.
Apoyo a las empresas
A continuación, Niko Errasti, técnico de Goieki, centrado en el apoyo a las empresas goierritarras destacaba que «pese asistir a momentos difíciles y afrontar una seria crisis, las empresas del Goierri estaban trabajando en red, y participando, sobre todo las Pymes, en foros de encuentro. Un escenario y coyuntura que ponía en evidencia dos cuestiones claves, el impresionante potencial de las empresas del Goierri actuando en sintonía a la hora de sortear y salir de la crisis, y la actitud para compartir y cooperar entre ellas al objeto de favorecer el intercambio de conocimiento con la vista puesta en generar proyectos de mayor valor añadido, que es necesario trasladar a todas nuestras acciones», subrayó.
Como viene siendo habitual en este acto de entrega de premios, Goieki invitó a un primer espada de la actividad empresarial, en concreto a José Luis Larrea, presidente de Ibermática, a quien le tocó lidiar con un tema de actualidad, que presentó bajo el enunciado 'Competitividad en tiempos de crisis. Teoría y práctica de la innovación'.
Buen orador y con un discurso convincente, José Luis Larrea, enlazó dos ideas fundamentales, el hecho de emprender y el de innovar. Y a partir de ahí reclamó un discurso válido tanto para las grandes empresas como para las pequeñas.
En primer lugar se refirió a las fases y estadios de la competitividad, que inicialmente se basa en los recursos naturales, facto con el que una economía crece, se estanca e incluso cae. Segundo estadio, competir por precio, sobre todo debido a los bajos costes salariales, que también se acaba. Para pasar a centrarse en la baza que supone la calidad. «Estadio -dijo- en el que nosotros todavía estamos».
Y en este proceso evolutivo, lógico, de la competitividad llega un momento en el que no puedes ganar más posición, momento apuntó en el que cabe recodar la máxima: «Todo lo que sirve para el éxito si no lo renuevas acaba convirtiéndose en tu fracaso».
Hoy, factor clave
Hoy, factor clave
«Así las cosas, en los años 2004 y 2005 -expuso- nos dimos cuenta de que había que hacer algo más y nos pusimos a hablar de innovación. Algo -subrayó- que no es nuevo, que hemos hecho desde siempre, porque si no, no estaríamos aquí. Hoy, la innovación es más importante que nunca. Y en esa tesitura llega el dragón de la crisis que lo ha enredado todo».
«La competitividad en tiempos de crisis se tiene que basar también en ese eje clave que es la innovación». Dejando claro el principio elemental reclamó un mismo lenguaje a la hora de hablar de innovación. «Innovación -concluyó- es introducir novedades».
«Que no sean fruto del azar. No, de un suceso sino de un proceso (hay que gestionar el cambio). Cambios que tienen que ser sostenibles en el tiempo y útiles».
Reclamó «apertura de mente y de todos los sentidos porque está alrededor de lo que hacemos, en el día a día. Empieza por un estímulo que da lugar a la reflexión. La naturaleza es una fuente de innovación».
Abogó por el reconocimiento de la diversidad como un espacio de enriquecimiento (aportan los equipos multidisciplinares). «La innovación se produce en todos los ámbitos de la actividad, no sólo en los productos, sino también en el marketing en la distribución, etcétera», insistió.
«Supone transformación e implica ruptura (duele). Tiene que ver con la excelencia y la calidad. Busca resultados en el tiempo y tiene que medirse para lo que hay herramientas, indicadores», remarcó. Necesita compartir valores para generar cultura. Y resalta el valor de la persona.
«Hay que atreverse. Vamos a sentir miedo, pero al miedo hay que dominarlo».
«Supone transformación e implica ruptura (duele). Tiene que ver con la excelencia y la calidad. Busca resultados en el tiempo y tiene que medirse para lo que hay herramientas, indicadores», remarcó. Necesita compartir valores para generar cultura. Y resalta el valor de la persona.
«Hay que atreverse. Vamos a sentir miedo, pero al miedo hay que dominarlo».
Como contrapunto, alertó sobre el riesgo de la inercia activa en la empresa y los factores de riesgo: convertir los procesos en rutina, los recursos en piedras de molino, los valores en dogmas, etcétera.
Leyes de la innovación
«De esta manera y a modo de conclusión enumeró las cinco leyes de la innovación: La primera se refiere a la creatividad, que hay que modelizar, escribirla. En la innovación no hay perfección. Dado que es ruptura surgen las contradicciones. Hay que gestionar el conflicto activando la cooperación, la confianza.
Es una aventura, en la que a menudo hay que convivir con más preguntas que respuestas. Es un desafío que se juega en la frontera de las cosas, cuando piensas que ya lo tienes. Y reclama gestionar el tiempo. De esta manera se construye sobre cinco pilares: los valores, la tecnología, el conocimiento, la cooperación, la gestión del tiempo y el liderazgo».
«La necesidad, impulsa, hace que te muevas. La crisis nos brinda una gran oportunidad para emprender, y para innovar», finalizó.
La agencia de desarrollo comarcal Goieki acaba de hacer entrega de los premios correspondientes a la decimotercera edición del Concurso de Proyectos Empresariales. En el apartado Mejor proyecto empresarial de nueva creación, que es el que cuenta con mayor dotación económica, 9.000 euros, quedaba dividido en dos accésit y repartido entre las empresas Hazia y Errekarte. Otro tanto ocurría con el capítulo destinado a galardonar el Mejor proyecto medioambiental en la empresa, en el que recibían el correspondiente reconocimiento Prodema y Ezarri.
Finalmente, en la categoría o modalidad Mejor proyecto de innovación en la empresa, el jurado se decantaba por el proyecto que representa Largui.
Abrió el acto José Miguel Santamaría, alcalde de Ordizia, quien aludió a la implicación y compromiso de Goieki con la comarca a favor de su desarrollo, desde sus orígenes. «Compromiso sólido en el que seguimos creyendo», apuntó. A renglón seguido se refirió a la internacionalización como reto y norte en el que seguir redoblando esfuerzos, y animó a los jóvenes a ser valientes, a emprender y a presentar nuevas ideas empresariales, «que es lo que necesitamos», dijo.
Apoyo a las empresas
A continuación, Niko Errasti, técnico de Goieki, centrado en el apoyo a las empresas goierritarras destacaba que «pese asistir a momentos difíciles y afrontar una seria crisis, las empresas del Goierri estaban trabajando en red, y participando, sobre todo las Pymes, en foros de encuentro. Un escenario y coyuntura que ponía en evidencia dos cuestiones claves, el impresionante potencial de las empresas del Goierri actuando en sintonía a la hora de sortear y salir de la crisis, y la actitud para compartir y cooperar entre ellas al objeto de favorecer el intercambio de conocimiento con la vista puesta en generar proyectos de mayor valor añadido, que es necesario trasladar a todas nuestras acciones», subrayó.
Como viene siendo habitual en este acto de entrega de premios, Goieki invitó a un primer espada de la actividad empresarial, en concreto a José Luis Larrea, presidente de Ibermática, a quien le tocó lidiar con un tema de actualidad, que presentó bajo el enunciado 'Competitividad en tiempos de crisis. Teoría y práctica de la innovación'.
Buen orador y con un discurso convincente, José Luis Larrea, enlazó dos ideas fundamentales, el hecho de emprender y el de innovar. Y a partir de ahí reclamó un discurso válido tanto para las grandes empresas como para las pequeñas.
En primer lugar se refirió a las fases y estadios de la competitividad, que inicialmente se basa en los recursos naturales, facto con el que una economía crece, se estanca e incluso cae. Segundo estadio, competir por precio, sobre todo debido a los bajos costes salariales, que también se acaba. Para pasar a centrarse en la baza que supone la calidad. «Estadio -dijo- en el que nosotros todavía estamos».
Y en este proceso evolutivo, lógico, de la competitividad llega un momento en el que no puedes ganar más posición, momento apuntó en el que cabe recodar la máxima: «Todo lo que sirve para el éxito si no lo renuevas acaba convirtiéndose en tu fracaso».
Hoy, factor clave
«Así las cosas, en los años 2004 y 2005 -expuso- nos dimos cuenta de que había que hacer algo más y nos pusimos a hablar de innovación. Algo -subrayó- que no es nuevo, que hemos hecho desde siempre, porque si no, no estaríamos aquí. Hoy, la innovación es más importante que nunca. Y en esa tesitura llega el dragón de la crisis que lo ha enredado todo».
«La competitividad en tiempos de crisis se tiene que basar también en ese eje clave que es la innovación». Dejando claro el principio elemental reclamó un mismo lenguaje a la hora de hablar de innovación. «Innovación -concluyó- es introducir novedades».
«Que no sean fruto del azar. No, de un suceso sino de un proceso (hay que gestionar el cambio). Cambios que tienen que ser sostenibles en el tiempo y útiles».
Reclamó «apertura de mente y de todos los sentidos porque está alrededor de lo que hacemos, en el día a día. Empieza por un estímulo que da lugar a la reflexión. La naturaleza es una fuente de innovación».
Abogó por el reconocimiento de la diversidad como un espacio de enriquecimiento (aportan los equipos multidisciplinares). «La innovación se produce en todos los ámbitos de la actividad, no sólo en los productos, sino también en el marketing en la distribución, etcétera», insistió.
«Supone transformación e implica ruptura (duele). Tiene que ver con la excelencia y la calidad. Busca resultados en el tiempo y tiene que medirse para lo que hay herramientas, indicadores», remarcó. Necesita compartir valores para generar cultura. Y resalta el valor de la persona.
«Supone transformación e implica ruptura (duele). Tiene que ver con la excelencia y la calidad. Busca resultados en el tiempo y tiene que medirse para lo que hay herramientas, indicadores», remarcó. Necesita compartir valores para generar cultura. Y resalta el valor de la persona.
«Hay que atreverse. Vamos a sentir miedo, pero al miedo hay que dominarlo». Como contrapunto, alertó sobre el riesgo de la inercia activa en la empresa y los factores de riesgo: convertir los procesos en rutina, los recursos en piedras de molino, los valores en dogmas, etcétera.
Sobre el papel, Goieki convocaba tres premios en tres modalidades diferentes, reconocimiento que sin variar la dotación previamente establecida el jurado repartía entre cinco propuestas empresariales.
El de mayor cuantía, Mejor proyecto empresarial de nueva creación, quedaba compartido entre Hazia y Errekarte. Hazia supone una iniciativa centrada en el diseño de jardines y a su vez, en las flores comestibles. Su promotora, Haizea Zurutuza, que se presentó como no universitaria, reclamó un espacio propio en este ámbito para las escuelas agrarias.
Errekarte, representa una apuesta en favor de la cultura de Euskal Herria, centrada en un edificio del siglo XVI, de Idiazabal, que cobija un bar y restaurante y cuenta con un amplio espacio en el que ofrecer exposiciones, teatro y un sin fin de actividades. En palabras de sus promotores, «un pote cultural».
En el apartado medioambiental, Prodema (Legorreta) fabricante de revestimientos exteriores quedaba galardonada por la implantación del programa de ecodiseño en la empresa, que afecta a toda su cadena de producción.
Ezarri (Lazkao) productor de mosaicos de vidrio para piscinas, utiliza vidrio procedente del reciclaje, apuesta en favor del medio ambiente que completa con el empleo de cartón de reciclaje para los embalajes y con la utilización de palés ecológicos.
Largui (Lazkao), mejor proyecto de innovación en la empresa, recibía este premio por hacer de la innovación una constante en todos los ámbitos de la empresa.
Nota y actuación sobresaliente. Calificación con la que las componentes del club de gimnasia rítmica completaron la exhibición que ofrecieron el pasado sábado en el polideportivo Majori, y con la que rubricaban y ponían punto final y el broche de oro, a un curso que les ha llevado a pelear por el título provincial.
Un club que en muy poco tiempo asiste a un crecimiento espectacular tirón que al día de hoy le lleva a superar en medio centenar largo el número de componentes.
Exito y destacado fruto en el que tienen mucho que ver sus profesoras Arantxa Aristondo y Maite Mendizabal, quienes en la demostración del fin de semana expusieron las posibilidades e imaginación creativa, que este deporte puede ofrecer. Maravillosas coreografías y pases individuales completaron una puesta en escena que fue muy aplaudida por el público asistente. Con el comienzo del próximo curso, Majori pone a disposición de las gimnastas sus nuevas instalaciones, lo que sin duda va a redundar en favor de esta modalidad deportiva que pisa, cada vez, más fuerte.
En esta última jornada, los ciclistas juveniles del Caja Rural afrontaban dos interesantes pruebas, jornada que para muchos representaba el comienzo de una nueva etapa, tras acabar los exámenes de selectividad.
El sábado acudían a la localidad de Zarautz. En dicha prueba los ciclistas salieron, nuevamente, en tromba. En los numerosos intentos de escapada siempre había representación del Ordiziako TE.
Mediada la carrera se formó la escapada que llegaría a meta. Avanzadilla formada por 8 ciclistas, de los cuales, tres eran del Caja Rural de Ordizia: Asier Unanue, Unai Artola y Asier Gandarias. Tras descender el alto de Meagas atacaba primero Gandarias, tras cazarle el grupo, llegó el turno de Artola y cuando fue neutralizado, remachó Unanue. Este ciclista fue abriendo hueco, llegando en solitario a la línea de meta como vencedor. En el último momento, Artola tuvo que conformarse con el cuarto puesto y Gandarias con el séptimo.
De nuevo, la victoria en la clasificación, por equipos, fue para los ciclistas del club urdiña.
En Izarra (Alava) tenía lugar una prueba valedera para el Trofeo Euskal Herria. En el kilómetro 20 se escaparon 12 ciclistas entre ellos, el txirrindulari urdiña, Jon Ander Insausti. Tras innumerables intentos de fuga, en este grupo, conseguía adelantarse un componente del grupo. No obstante, el pundonor, la sangre fría y el cálculo de sus fuerzas fueron decisivos para que en el último momento Jon Ander Insausti, le diera caza y le superase, por escasos segundos, consiguiendo una sufrida y disputada victoria.
Quebrantahuesos
Todo dispuesto para que mañana sábado, Sabiñánigo (Huesca) acoja la vigésima edición de la popular marcha cicloturista, Quebrantahuesos, una de las más populares del Viejo Continente, a la que concurren este año, 8.500 dorsales, el máximo autorizado.
Una cita que volverá a contar con representación ordiziarra y goierritarra, concurrencia en la que no falta el urdiña Toño Ramos, que suma con ésta, su sexta comparecencia en la prueba.
Toño explica que este año acude con 3.124 kilómetros de preparación, preparación a la que daba comienzo en enero y que fundamentalmente ha llevado a cabo durante los fines de semana.
Me conformo una vez más, insiste Toño con completar el recorrido (hay tres controles eliminatorios) y hacerlo en menos de 10 horas (su mejor marca personal está en 9h.16, cosechada en la edición del 2006).
Por delante, 205 kilómetros de recorrido con un perfil de etapa que incluye la ascensión a Somport (1.640 metros), Marie Blanque (1.035), Portalet (1.795) y el pico de Hoz (1.272). Muy importante, destaca, que la meteorología acompañe.
La agrupación musical debutó el 5 de junio de 1980, festividad de Corpus Christi. A las 8 de esta tarde, en la Plaza ofrece un concierto conmemorativo junto a Eskifaia y Gehitu Abesbatza
Treinta años han pasado desde aquel 5 de junio de 1980, día de Corpus, día en la que la banda Beti Argi brindó su primera actuación al pueblo de Ordizia con una diana, procesión y concierto.
Quién nos diría que 30 años más tarde y con la dificultad que supone mantener un grupo de estas características, seguiríamos con nuestra actividad, apunta en la agrupación musical. Son 30 años de conciertos, dianas, pasacalles, tamborradas, kalejiras, ensayos, viajes, cenas, etcétera, todos llenos de recuerdos agradables que esperamos seguir teniendo muchos años más, añaden.
Seguimos caracterizándonos por ser una banda con una media de edad muy joven, que continúa trabajando con tenacidad e ilusión, preparando todas las actuaciones, bien para Ordizia como para otros lugares.
Para celebrar este aniversario, tal como la ocasión lo merece, Beti Argi ha preparado un concierto especial, que tendrá lugar a las 8 de esta tarde, en la Plaza Mayor, al que concurren dos corales guipuzcoanas, dirigidas por dos ordiziarras, la coral Eskifaia, de Hondarribia, a cuyo frente se encuentra Gorka Aierbe y la coral de la Asociación Gehitu, de Donostia, dirigida por José Javier Huerta.
Bajo la batuta de Josune Aierbe, el concierto comienza con tres obras que la banda interpretará en solitario: el pasodoble 'Viva la Jota', de Pascual Marquina, 'Ross Roy' (obertura para banda), de Jacob de Haan y 'The Rakes of Mallow' (Irish Suite), de L. Anderson.
En la segunda parte intervendrán, junto con la banda, las dos corales que interpretarán las siguientes obras: 'A Ray Charles Anthology', arreglos de Stef Minnebo, 'O Sole Mio', arreglos de Jéròme Naulais, 'La del Soto del Parral' (zarzuela mozos y mozas), de Reveriano Soutillo, 'Gospel Train' de Norman Tailor y por último 'Jaialdia' (popurrí de canciones euskaldunes) con arreglos del beasaindarra Iñaki Urkizu.
Un trabajado concierto
«Preparar este concierto -destacan los componentes de Beti Argi- ha supuesto un gran esfuerzo para las tres agrupaciones pero creemos que ha merecido la pena, convencidos que será del agrado del público, que esperamos acuda para celebrarlo con nosotros».
«Desde estas líneas queremos mandar un recuerdo y agradecimiento a todas las personas que han formado parte a lo largo de estos 30 años en esta agrupación, al Ayuntamiento, por el apoyo y colaboración que siempre nos ha dado y por último, y al pueblo de Ordizia por el cariño que nos demuestra con su presencia en nuestros actuaciones lo cual nos da fuerzas para continuar muchos años más».
Corales participantes
Hondarribiko Eskifaia Abesbatza es una asociación cultural creada en 1978 en Hondarribia, con el objetivo principal de fomentar entre la población el disfrute y conocimiento de la música coral, tanto a través de la participación directa en cuanto componentes de alguno de los coros de la entidad, como en calidad de espectadores de los diversos conciertos y actividades que se ofertan.
En la actualidad integran Hondarribiko Eskifaia Abesbatza dos agrupaciones: Eskifaia Abesbatza, de voces mixtas, dirigido a lo largo de su historia por Javier Busto (y al que han sucedido Maite Oca, Miguel Ceberio y, desde 2001, Gorka Aierbe) y Xatz Eskifaia, de voces blancas, creado en 1985 por Emilio de la Linde (y dirigido a continuación por Javier Busto, Maite Oca, quien retoma dicha tarea en octubre de 2008, Agustín Mendizabal, Alaitz Guridi e Isabel Mantecón). Entre otros lugares han actuado en la casa de cultura de Larratxo, en la parroquia de Alegi, en el teatro Victoria Eugenia de Donostia y en el auditorio de la Musika Eskola de Irun.
Gehitu Abesbatza nació hace cinco años dentro de la asociación Gehitu. Entre sus objetivos, no están solo los musicales, también la relación con otros socios de Gehitu y sobre todo relación con otros no socios de Gehitu y otras entidades para realizar proyectos artísticos en común. A parte de los conciertos trabajan por la recuperación de las tradiciones populares de Donosti (Santa Águeda, Navidad, etcétera.)
Gehitu Abesbatza nació hace cinco años dentro de la asociación Gehitu. Entre sus objetivos, no están solo los musicales, también la relación con otros socios de Gehitu y sobre todo relación con otros no socios de Gehitu y otras entidades para realizar proyectos artísticos en común. A parte de los conciertos trabajan por la recuperación de las tradiciones populares de Donosti (Santa Águeda, Navidad, etcétera.)
Entre otros lugares han actuado en la casa de cultura de Larratxo, en la parroquia de Alegi, en el teatro Victoria Eugenia de Donostia y en el auditorio de la Musika Eskola de Irun.
Bodas de Oro de la Marcha a Orio
El calendario anual de la sociedad Ordiziako Mendizaleak, la marcha a Orio, que se celebra tradicionalmente el último sábado de junio, adquiere un carácter especial puesto que no en vano es la actividad más veterana entre los montañeros locales.
En la sede de la calle Ordizia no existe constancia documental de cuándo se celebró por primera vez esta travesía que cruza de sur a norte la provincia.
La impresión general situaba la primera edición hacia 1955, coincidiendo con la creación de la sociedad, empeño en el que con toda probabilidad se encontrarían Nadal, Cordero, Viana, Manrique, etcétera.
Posteriormente, la cuadrilla Kaiku fue sin embargo la que recogió el testigo y desde 1972 no ha fallado a la cita. Casi cuatro décadas de las que Pedro Sukia guarda cumplida y ordenada acta de lo acontecido: nombres de los participantes, entre los que aparecen asiduos como Juanito Garín o Miguel Novo, incidencias durante el recorrido, precio y menú de la esperada comida en Orio, etcétera.
El veterano Pedro Sukia, que ha participado hasta hace dos años en la cita, siempre ha reseñado que la marcha a Orio no encierra ningún aliciente extraordinario o especial, si bien reúne dos ingredientes que no tienen ningún desperdicio, subraya, «por un lado, ser una travesía interesante a la vez que suave, y por otro, concluir en una localidad como Orio en la que, las casi siete horas de camino encuentran en la mesa, su justa recompensa».
El estadillo o ficha, que Sukia presenta de aquella salida de 1972 señala las 5h y 9 minutos, del 11 de junio, como hora de partida desde la Arboleda, rumbo a Berostegi (hora de llegada 5h.48), para proseguir por Santa Marina (7h.1), Bidania (8h.20), treinta minutos para el almuerzo, y continuar a través de Zelatu (9h.40), Iturrioz (10h.20), Aia (11h.38), Orio, junto al bar Alcherri (12h.55), punto elegido para refrescarse y llegada a la Estación de Orio (13h.26). Un recorrido y programa que se mantiene sin variación. Aquel año, la comida tuvo lugar en el bar Xixario. El menú elegido fue el siguiente: ensalada, medio besugo y media chuleta por barba, mamie, café completo, y un copa extra. Precio: 256 pesetas.
Pedro Sukia insiste en que «un factor a tener en cuenta, a la hora de explicar el éxito de esta salida es que estamos ante una marcha abierta a todos los públicos». Sukia no recuerda ningún incidente desagradable ocurrido en estos años. Entre las anécdotas cuenta, esbozando una sonrisa, que no ha faltado quien, de retirada a casa, a las 5 de la mañana, cambiaba de planes al verles en la Arboleda y decidía darse un paseo hasta Orio.
Debido a este carácter de prueba abierta y participativa, Ordiziako Mendizaleak decidió en 1993 repescarla e incluirla en su propio calendario de actividades.
Juan Mari Garmendia, responsable de la agenda del fin de semana de la entidad, es decir, del calendario de salidas montañeras, comenta que «no hemos encontrado documentación en la sociedad ni referencia periodística, etcétera, en cualquier caso, desde que decidimos que el camino a Orio volvía a formar parte del calendario de la entidad, la fecha que manejamos como primera edición fue 1960».
«Puede participar el que quiera, de todas formas -añade- no podemos garantizar sitio en el restaurante, en el que tendremos la comida porque las 80 plazas reservadas ya están completas, comida en la que van a concurrir los alcaldes de ambas localidades».
«Saldremos como siempre, a las 5 de la mañana, desde la Arboleda, ojalá acompañe el tiempo», subraya Garmendia. «Como viene ocurriendo desde hace más de una década, en Aia, nos espera el doctor Fernández, encargado como siempre de sacar la foto oficial y de gestionar el hamaiketako para que los expedicionarios recuperen las sales y demás indicadores biológicos».
Tras la sentada a la mesa, concluye, «a los postres, les entregaremos una placa conmemorativa, como la ocasión lo merece, a los mendigoizales más veteranos: Pedro Sukia, Miguel Novo y Juanito Garín».
LA ASAMBLEA DEL ORDIZIA KE
Con la asistencia de una quincena de socios, el desarrollo de la misma fue rápido, ya que apenas hubo intervenciones de los asistentes y todas las propuestas salieron adelante por unanimidad.
Por lo que a la memoria deportiva se refiere, todas las secciones del club calificaron a nivel individual su balance como notable, significando que el número de licencias federadas que ha tenido el club la pasada temporada ha sido de 573, a lo que habría que añadir los 148 chicos y chicas que participan en las Escuelas de Fútbol y Baloncesto, que están homologadas y autorizadas por la Diputación de Gipuzkoa.
En el apartado económico, buena gestión de todas las secciones en los difíciles tiempos que corren, ya que frente a unos ingresos que superaron los 320.000 euros, los gastos fueron de 303.000 euros.
Para la próxima temporada 2010-11 la asamblea aprobó un presupuesto equilibrado con unos gastos e ingresos que rondarán los 300.000 euros.
En el punto referido a la nueva propuesta de cuotas, desplazamientos, etcétera, se aprobaron las subidas propuestas por la junta directiva en la cuota de socios, cuota de jubilados y en la cuota club. La primera de ellas pasa de 60 a 62 euros y la segunda de 35 a 37.
En el apartado de ruegos y preguntas, uno de los asistentes propuso una alternativa a la actual rifa de Navidad, quedando la directiva en estudiar el tema.
Y sin más cuestiones que tratar, el presidente dio por finalizada la asamblea, confiando y deseando que los éxitos sigan acompañando en la próxima campaña a las diferentes secciones del club y que la próxima asamblea se celebre con un quórum mayor de socios.
El Zeus, 10 años después
Han pasado 10 años e igual por esa razón pocos se acuerdan de aquellos días de entre 1999 y el 2000, en el que un pabellón del Industrialdea se convirtió en improvisada 'cadena' de montaje del que representaba el primer coche eléctrico que se construía en Euskadi, al que sus promotores bautizaron no sólo con un nombre mitológico sino con el que le corresponde al soberano del Olimpo, Zeus.
Mondragón Corporación Cooperativa (MCC) e Iberdrola, con el apoyo del Gobierno Vasco y la Diputación, decidieron afrontar el reto de construir un vehículo eléctrico.
Una ambiciosa apuesta que tuvo que superar infinidad de problemas técnicos y que por circunstancias aterrizó en Ordizia.
Entre los protagonistas más directos y visibles de aquel portentoso reto estuvieron Félix Ajuria, profesor en aquel momento de la Escuela Politécnica de Mondragón, quien luego se convertiría, ya en el campus de Ordizia, en el primer director del Centro de Tecnologías de Unión Lortek.
Gorka Gutiérrez, ex alumno de la Escuela Profesional del Goierri, quien a continuación estudió Ingeniería Técnica, en la rama de electrónica en Mondragón, al que le tocó bailar con la más fea, es decir afrontar de manera muy artesanal la construcción, de manera directa, a pie de taller, de las en principio siete y finalmente cinco unidades del Zeus.
Angel Urteaga, profesor de la Escuela Profesional del Goierri y miembro del Servicio Tecnológico Goikerri. Proceso en el que finalmente intervinieron a su vez Celestino, de Carrocerías Ordizia y Bittor Bolinaga (Composites Legazpi).
Si construir un automóvil no es algo sencillo, diseñar, y convertir en realidad un coche basado en un nueva tecnología representa algo extremadamente complejo», apuntaba en aquel entonces Angel Urteaga, y lo cierto es que así fue. De salida, ahí es nada, hubo que revisar el diseño original del vehículo, dados los errores existentes, trabajo realizado por una firma inglesa. A partir de ahí, se construyeron a lo largo de tres años, otros tantos prototipos, tercero, que definitivamente quedaba homologado.
Así las cosas, tocaba afrontar ya la fase de fabricación de esa mini serie y las circunstancias quisieron que el Zeus llegara hasta Ordizia, donde MCC decidió que se ensamblaran las piezas de esas 5 unidades.
La Escuela Profesional del Goierri confeccionó el utillaje necesario para hacer frente a esta tarea, el Servicio Tecnológico Goikerri prestó su colaboración a la planta de montaje e Ikaslan fabricó algunas piezas. Uno de los objetivos del proyecto no era otro que conseguir que la mayor parte de los materiales fuesen reciclables, de esta manera la carrocería fue de composites.
Y con estos mimbres, por delante, tocaba hacer realidad la construcción de un furgón eléctrico (movido por una batería de litio), furgón (amarillo) de reparto en ciudad, con una capacidad de carga de 2m3, que tendría 3,5 metros de largo, 1,65 de ancho, y 1,60 de alto. Contaría con dos plazas y una autonomía de 100 kilómetros. En junio del año 2000, después de un esfuerzo colosal, la quinta y última unidad estaba ya circulando por la calle.
No me cabe la menor duda, concluye Félix Ajuria de que en caso de haber tenido continuidad aquel programa, hoy seríamos capaces de ofrecer a la industria del automóvil la rueda con el motor integrado y toda la actividad del vehículo, gestionada electrónicamente», enfatiza. Entre quienes vivieron aquella exigente experiencia existe unanimidad al entender que, desde el punto de vistas del diseño, entre el Zeus y el actual City Car, que acaba de presentar la Corporación Mondragón, existe un gran parecido.
EL "AMPO de ORDIZIA" campeón de la Copa de Euskadi
Sin duda alguna, imposible terminar mejor la temporada ya que el Ampo Ordizia B se acaba de proclamar campeón de la Copa de Euskadi, tras vencer en la final de este certamen, al Zarautz; 20-10, en un partido que fue dominado y encaminado por los de Javi Perlines, sobre todo, tras una buena primera parte.
Anteriormente se había celebrado la final de consolación entre el Hernani y Atlético SS. El resultado de este encuentro fue de 24-6 y dio el tercer puesto al Hernani.
En los partidos de semifinal, anteriormente se habían enfrentado Zarautz-Atlético SS, 22-6 y Hernani-Ampo Ordizia, donde vencieron los del Goierri por un apretado 0-11. Este encuentro fue digno de ver por lo peleado que estuvo.
Termina, de esta exitosa manera, la temporada oficial, para todas las categorías del Ordizia Rugby Elkartea.
Por otra parte, el Club recuerda que el 'Udarugby', en inglés está a punto de comenzar, ya que echará a andar este lunes, a las 9:30 en Altamira, comienzo para los apuntados en esta primera semana.
La entidad recuerda a los padres y tutores que los chavales deben llevar ropa de deporte, zapatillas y demás, cara a este primer día.
Asimismo, habrá un pequeño descanso para el hamaiketako, que cada uno deberá llevar. A todos los padres y tutores interesados en lo que va a ser el transcurso de estos campamentos de julio se les dará ese primer día, in situ, explicación sobre la organización del Udarugby.
Los que no puedan acudir este día tienen disponible toda la información sobre el comienzo del Rugby&English en la página web, ordiziarugby.com.
DESPEDIDA EN EL HOGAR
Tras casi 20 años al frente, la familia Otaegi Ibarzabal deja la cafetería. La directiva le hizo ayer entrega de una placa conmemorativa en señal de agradecimiento
«Denborak aldatzen dira, denborak aldatzen doaz, denboragileak ari dira, denbora berria prestatzen. Muchas cosas por decir, una por encima de todas, eskerrik asko, al Hogar, al Ayuntamiento, al pueblo de Ordizia, a los clientes y a los que durante estos 18 años y pico han trabajado con nosotros».
Era marzo de 1992, la familia De Juan, que se había hecho cargo del establecimiento durante los primeros cinco años de existencia de la casa, lo dejaba y el Ayuntamiento lanzaba la correspondiente convocatoria de arrendamiento del servicio. «Había estado trabajando, en hostelería en Urretxu, hasta el mes de diciembre, recuerda Lurdes, y como no tenía nada decidido al ver la convocatoria me dije aquello de vamos a probar y hasta hoy.
Podría decirse que aquí, me casé con el que entonces ya era mi novio; Alberto Ibarzabal. Que aquí han nacido nuestros dos hijos, y aquí ha trabajado mi familia: mi hermano, mi cuñado y mi madre».
La cafetería como el Hogar, abre sus puertas los 365 días del año, de 10 de la mañana a 10 de la noche o más, apunta Lurdes. «La verdad -remata- es que así las cosas, no hemos tenido muchas oportunidades de hacer vacaciones. El año pasado, por ejemplo cogimos cuatro días». «Está claro que llevamos, casi más tiempo en el Hogar que el más longevo de los jubilados».
Diez y ocho años largos de convivencia, en los que no habrá faltado algún lógico roce, olvidado a los 10 minutos, testigo de una relación entrañable y gratificante, con los socios y con todos los ordiziarras que nos han visitado.
«Una relación y trato -añade Lurdes- fenomenal a su vez, con todos los presidentes que hemos conocido, empezando por Pepe Alonso, con el que empezamos y siguiendo por todos los que le sucedieron, Juanjo Txurruka y Felipa Agirrebengoa, como coopresidentes, Fernando Landaluce, Josemi Barandi, del que me llevo un recuerdo muy especial porque me ha dejado huella, y Alberto Briz».
Dos décadas que han asistido, también en el ámbito que nos ocupa, a profundos cambios. En aquellos primeros años 90, rememora Lurdes, antes de que dieran las 10 de la mañana ya había cola para entrar. Una vez dentro, los socios se dedicaban a dos cosas, leer el periódico y jugar a cartas. Además, entonces con 65 años eran muy mayores.
Hoy en día, a la mañana, en el bar, anda muy poca gente y el número de actividades del Hogar es increíble. Y a su vez, los 65 años de ahora no tienen nada que ver con los de aquel entonces. En general, los nuevos jubilados gozan de mucha más vitalidad.
Se podría decir que antes, el Hogar era un refugio y ahora un centro de actividades impresionante. Están todo el día haciendo cosas.
Está claro que tienen otras inquietudes.
«Personalmente -reseña Alberto Ibarzabal- ya que tienen taller o talleres para ello, me sorprende que dejaran de hacer la carroza de fiestas, actividad, que en su día, llevaron a cabo en un par de ocasiones».
Y otro detalle, comentan. «En todo este proceso de cambios, el Hogar ha dejado de ser un lugar de puertas adentro, a abrirse al exterior, y a mantener, por ejemplo, una destacada relación, a nivel de intercambio de iniciativas, con otros hogares».
«Y como en la vida todo son etapas -concluye Lurdes- llega el momento en el que los hijos reclaman más atención, que resulta incompatible con este trabajo, y ésta es la causa de nuestra despedida. Alberto tiene su ocupación y yo ya veré. Nos vamos muy agradecidos, a nuestros empleados, que más que trabajadores han sido miembros de la familia.
A Yoli Muriel, que lleva 7 años con nosotros, a los camareros que venían en fiestas, que en todos estos años han repetido los mismos, lo que habla de una buena relación, y al Hogar, al que le hemos dado y, sin duda, nos ha reportado. Eskerrik asko».
CUARENTA AÑOS DE UN GRAN EXITO
Otra prueba de que aquella década de los 60, , no sólo fue generosa y rica en grupos musicales, sino además de calidad, lo atestigua el historial de la agrupación ordiziarra, inglesa hasta la médula The Yennis.
Aquellos días de amplísima actividad musical en Ordizia, recuerda Rafa Arizmendi, que todavía lucía, siguiendo la ortodoxa estética del momento, pantalón corto, en invierno y en verano, y lo que le quedaba!, con especial admiración a Enrique Arce, cantante a la sazón, y del mismo barrio, ¡casi nada!, del Grupo Padre Urdaneta, para los nativos 'Las casas baratas', para los ricos del municipio.
Enrique Arce comenta que desde bien crío le gustaba cantar «era todo oído», subraya, y entre sus ídolos estaba, Salvatore Adamo.
Sin formación musical
«Era el ruiseñor, del Grupo Urdaneta», enfatiza. Con estos mimbres, sin ninguna formación musical y un poco de valentía, a punto de cumplir los 22 años se enroló, asumiendo la voz cantante, en Los Ovnis, junto a Carlos y Tomás Ruíz, y Francisco Valdivielso. Una aventura que duró alrededor de año y medio.
Automáticamente tocaba recomponer filas, y de la fusión de parte de Los Ovnis y Los Sccapolis, nace The Yennis, que pasaban a componerlo los hermanos Ruiz, Tomás (guitarra bajo), Carlos (guitarra rítmica), Francisco Valdivielso (batería), el desaparecido Miguel Angel Catalán 'Mitxel' (guitarra solista), que tenía 15 años, Juanjo Iturrioz (órgano) y Enrique Arce, (vocalista).
Al poco se enroló Peiro (batería). Corrían los primeros días de 1970.
Con el comienzo del nuevo año, llegaba una buena oportunidad. Siguiendo la estela del concurso 'Salto a la fama', que entre los años 1964 y 65 organizó TVE con la intención de lanzar a las jóvenes promesas de la canción, el promotor José Mari Urizar puso en marcha, en el País Vasco, un doble concurso, uno con sede en Vitoria, al que bautizó con el nombre de 'El peldaño de la fama', y otro en Mondragón bajo el título 'Noche de promesas', certámenes por los que pasaron infinidad de solistas y grupos del País Vasco y Navarra, y que se prolongó durante cinco meses.
El gran Kifi, en una de sus crónicas de aquellos días, recoge así el acontecimiento: «Durante cinco meses se ha venido disputando en la villa mondragonesa la 'Noche de Promesas', en la que han desfilado todos los cantantes más famosos, conjuntos musico-vocales, grupos, etcétera, de todas las provincias vasconavarras luchando por conseguir un puesto para la final.
La impresionante lista de participantes hizo que esta gala durase tantos meses y entre los poquísimos selectos para actuar en la final se encontraba el joven grupo; el conjunto musico-vocal 'The Yennis', de Villafranca.
Tuvo en la final a otro conjunto de gran categoría de Vitoria, pero los muchachos se superaron en un derroche de entusiasmo y lograron conseguir el título de vencedores».
Enrique Arce recuerda que a pesar de que llevaban poco tiempo como The Yennis, decidieron tomar parte en el concurso. «En buena medida -apunta- se podría decir que seguimos la estela de los Bostak. Sirva como detalle que ensayábamos en el local que utilizaban en el campo Roña, y que cantábamos canción melódica».
Entrega de premios
«Y nada, llegamos a la final de Mondragón y ganamos». apunta. «Me acuerdo que cantamos, 'Tengo sueños para recordar', de Otis Redding y 'Hasarre nabil', que compuso para la ocasión Fernando San José».
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Al domingo siguiente tuvo lugar la gala de entrega de premios, que apadrinó el ya consagrado, aunque jovencísimo Miguel Ríos. «Si os cuidáis -nos dijo el de Granada- podéis salir adelante. Pudo ser el último domingo de mayo de aquel 1970 o el primero de junio».
«De ahí en adelante, ofrecimos muchísimo conciertos, hicimos giras: Burgos, Valencia, etcétera, giras en las que coincidimos con el propio Miguel Ríos, Victor Manuel, Julio Iglesias, concretamente en Olite, Mike Kennedy, para mí, de todos ellos el más campechano.
Escapadas de casa que, como trabajábamos tenían lugar en vacaciones, o bien teniendo que meter luego horas», rememora.
«Aquí en Gipuzkoa éramos habituales de la sala de fiestas Idaho de Oñati y de Egurtza en Deba. No se me olvida que, especialmente en Deba nos pagaban bien; 30.000 pesetas por actuación, y como Dios manda. La costa guipuzcoana recorríamos a menudo. En San Fermines actuamos, todos los años, en La Rochapea».
«Yo era el mayor del grupo -apunta Enrique Arce- y nada, cuando me casé en 1973, lo dejé y se acabó The Yennis».
Un final absolutamente rotundo porque, sin que existiese ningún motivo especial, simplemente por circunstancias de la vida, los componentes de The Yennis, posterior, no se han vuelto a juntar nunca.
Noticias recogidas de la hemeroteca del DV
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