Capítulo 14 Autor: Félix Gracia

Cuando salimos de la citación con el Sr. Juez, Coral seguía estando
muy nerviosa y no hacía otra cosa que preguntarme el por qué a ella le habrían
llamado a personarse en el Juzgado. Por más que trataba de quitarle importancia
al asunto, ella estaba empecinada que algún motivo tenían que tener:
-¡Deja de “marear la perdiz” y no le des más vueltas, Coral, esto es un
hecho sin importancia y de puro trámite –le dije-

Establecida la comunicación, expliqué a Gutiérrez:
-“Fati”, A Coral le mandaron una citación para personarse en el Juzgado y
venimos de allí de estar con el Sr. Juez. Le ha preguntado cuatro cosas
sin ninguna trascendencia, de su marido, que si estaba casada, que si Amador
estaba enfrentado con los otros compañeros, y que si los conocía.
-Si el Sr. Juez se ha entrevistado con Coral, es posible que también
haya llamado a declarar a la demás gentes. Pásate por el bufete de
María Puy, que ella se entere y me vuelves a comunicar.-ordenó el abogado-
-¡De acuerdo! Te mantendré informado, cuelgo!
Una vez que María Puy hizo las gestiones pertinentes, desde
su despacho llamamos a Gutiérrez. Ella se puso al aparato y le informó:

-¡Vale hermosa! tendré todo preparado y dispuesto para viajar ¡Hasta
pronto!
El Sr. Fiscal, decidió dada la gravedad de los hechos que se iban a
juzgar, que fuera la Audiencia Provincial de Pamplona quien se
hiciera cargo del proceso y la celebración de un juicio oral y público, para el
que recibimos la correspondiente notificación del lugar, fecha y
emplazamiento del juzgado.

-Juicio oral y público ¡Se
abre la sesión!
La vista dio comienzo con el escrito de calificación provisional y el de la
acusación particular presentado por María Puy; a continuación con el
permiso del Presidente del Tribunal, tomó la palabra el interlocutor del
Ministerio Fiscal:
-Con la venia de sus señorías, llamo a declarar a D.
Mariano AnduezaIrigoyen.
Mariano Andueza, se levantó de su banco con aire de desgana y se
aproximó al estrado. El Sr. Presidente ordenó a uno de los agentes de la
Guardia Civil:
-¡Quítele las esposas!
El agente obedeció la orden y una vez estuvo desatado, el Sr. Fiscal
continuó:
-¿Su nombre, por favor?
-Mariano Andueza Irigoyen

-¡Inocente!
-¿Está usted detenido en la prisión de Pamplona? a donde ha sido
trasladado desde la prisión de Estella, en calidad de acusado del crimen
cometido en la persona de Amador Gabarri Vargas.
-¡Sí!
-Es cierto que usted estaba empleado en los trabajos de poner
ladrillo caravista en la fachada de unos pisos en construcción,
y que se trataba de una subcontrata que “Construcciones Villatuerta”
había concertado con el albañil Andrés Bacaicoa Gómez.
-¡Sí!
-En la realización de estos trabajos, tenía como compañeros a
Amador Gabarri Vargas y a Aquilino (Kilino) Heredia Cortés.
-¡Sí!
-¿Qué labores en concreto realizaba cada uno de ustedes?
-Amador en el andamio poniendo el
ladrillo caravista, Kilino en la hormigonera preparando la masa
y yo preocupándome de subirle con una polea los diferentes
materiales, las calderetas de cemento, los ladrillos y la herramienta que
necesitara.
-Cuente, por favor, al tribunal que pasó el día de los hechos.
-Amador, se presento borracho a primera hora de la mañana y se empeñó en
trabajar y subir al andamio. Yo le dije que no lo hiciera porque no estaba en
condiciones. No me hizo caso y nada más subirse cayó al vació y fue a parar al
suelo. Estaba con la cabeza destrozada pero aún vivía, así que me fui al bar de
la carretera para llamar a una ambulancia que lo pudiera trasladar al hospital
para atenderlo.
-¿Quiénes vieron la caída?
-Solo estábamos Kilino y yo. El otro personal de
la constructoraestaba trabajando a lo suyo en el interior de lo ya
construido.
-No es cierto, señor Andueza, que Amador no estaba borracho y que ésta
creyó era la excusa perfecta, que usted se inventó, para poder justificar el
plan que tenía premeditado de asesinar a Amador, porque Amador le había
amenazado con denunciar los robos continuados que llevaban
realizando Kilino y usted, de diversos materiales de la obra, que les
reportaban aproximadamente unos beneficios mensuales de más de diez
mil pesetas. No es cierto, señor Andueza que ese dinero se lo gastaba
alegremente en clubes de alterne. No es cierto, señor Andueza,
que para llevar a cabo su plan se puso de acuerdo con Kilino para manipular
la soga y que el andamio se desprendiera. No es cierto, señor Andueza, que
cuando Amador se debatía entre la vida y la muerte le puso vino en su boca y
también lo esparció por su buzo. No es cierto, señor Andueza, que demoró
el tiempo de avisar rápidamente a la ambulancia. No es cierto,
señor Andueza, que se puso de acuerdo con Kilino para dar los
dos la misma versión de los hechos, achacando el accidente a que Amador estaba
bebido.
-Le digo que el gitano se cayó del andamio porque estaba borracho y le
vuelvo a repetir que le prohibí que se subiera al andamio, pero no se lo pude
impedir. Y todo eso que dice, no sé de donde se lo ha sacado. El compañero que
estaba conmigo, Kilino, le dirá lo mismo.
-Entonces, usted se reafirma en que no intervino para nada en la muerte
de Amador…
-¡En nada!
-No le haré, de momento, más preguntas. Llamo a declarar al testigo,
Pedro Antoñanzas Soldevilla:
-¿Su nombre?-Pedro Antoñanzas Soldevilla.
¿Se dedica usted a…?-Soy el chófer del camión de una empresa de cerámica de Calahorra.
-El día de los hechos, usted había llegado con un camión de ladrillos de
tabicar a la obra de “Construcciones Villatuerta”, mientras esperaba a que le
descargaran ¿Qué es lo que vio?
-Vi como se desprendía el andamio y caía al vacío un muchacho. El pobre estaba
tendido entre los restos del andamio y de los ladrillos partidos, en un gran
charco de sangre y con la cabeza destrozada.
-¿Pudo darse cuenta de si todavía vivía?
-¡Sí! estaba todavía vivo. No decía nada ni se quejaba, pero por la forma
como nos miraba me di cuenta de que se estaba muriendo.
-¡Nada más!, puede ocupar su asiento. A continuación, llamo a declarar al
testigo, Fermín Uranga Azpiroz:
-¿Su nombre?
-Fermín Uranga Azpiroz
-¿A qué se dedica?
-Soy el encargado de obra de “Construcciones Villatuerta”
la constructora que estaba haciendo los pisos donde sucedió el desgraciado
accidente.
-Es cierto Sr. Uranga, que Amador Gabarri, ¿no pertenecía a
la empresa ni estaba dado de alta?
-Era obrero al igual que los otros dos que estaban colocando ladrillocaravista de
un albañil llamado Andrés Bacaicoa, que realizaba trabajos para mi empresa
por su cuenta. No tenía ninguna relación con Amador ni tenía que hacerme cargo
de su trabajo, de eso se preocupaba el que lo contrató.
-Los diferentes utensilios, herramientas y materiales de esa obra,
inclusive los que usaban los obreros de la subcontrata, ¿eran de
“Construcciones Villatuerta” o de Andrés Bacaicoa?
-Andrés Bacaicoa únicamente llevaba los obreros, como ya le he
dicho por cuenta de él, lo demás era de la constructora.
-En el momento que sucedieron los hechos, usted, ¿donde se encontraba?
-Me encontraba en el interior del edificio con los de mi cuadrilla haciendo
las separaciones de tabiques.
-Es decir, que no pudo ver como se desprendía el andamio
-¡Así fue! Cuando salí, Amador estaba moribundo y ensangrentado en el
suelo.
-Cuando usted salió afuera, se fijó en el andamio destrozado y los
materiales que soportaba dispersos por el suelo.
-¡No me fijé! Tenía ante mi otra visión que me impedía prestar atención a
otra cosa que no fuera al moribundo.
-¿Y cómo fue que posteriormente sí que lo vio?
-Fue a raíz de que se presentó en la obra un amigo de la familia de Amador
y preguntó por el andamio, entre otras cosas.
-Díganos, Fermín, usted como encargado tiene la responsabilidad de
examinar los andamios de que estén en perfectas condiciones de uso a fin de
evitar accidentes. ¿Había revisado el andamio sobre el que estaba subido
Amador?
-Ese día no, pero a principios de semana lo había hecho y estaba bien. Los
andamios eran nuevos y los habíamos estrenado en esa obra.
-Quiere decirnos de está compuesto un andamio.
-No tiene nada de especial. Se trataba de un andamio ligero colgante, construido
con puntales, tablas y tablones de madera de chopo y tenía buen respaldo y
protecciones laterales de los mismos materiales. Se subía y bajaba mediante el
accionamiento de un sistema de polea y una soga de cáñamo.
-Ordenanza, traiga algún trozo del andamio y todo lo que haya de soga.
–Ordenó el magistrado-
El ordenanza acató la orden dada por el Sr. Fiscal y enseguida se
presentó con unos trozos de chopo y cuerda. El Sr. Fiscal continuó:
-Sr. Uranga Azpiroz, ¿reconoce estas partes del andamio como pertenecientes
a su constructora?
-¡Hombre! todos los andamios son iguales, me parece a mí, pero este ya se
ve por los trozos que quedan que el chopo estaba sano y bueno. ¡Sí, ahora
veo! que es nuestro porque lleva grabada la marca C.V. en una de las
maderas del respaldo.
-¿Y qué me dice de la cuerda?
-La cuerda ya podrá ver usted que es nueva y lo que se le ha hecho, a su
largo: unas incisiones pero sin llegar a cortarla del todo. Todos los hilos del
trenzado no han sido cortados, pero si lo suficiente para que con el peso la
soga termine por romperse.
-Es decir, que usted está seguro de que ha sido manipulada
-¡Segurísimo!
-¿Y se atreve a opinar con que utensilio ha sido manipulada?
-El corte es limpio, ha tenido que ser una navaja.
-Señorías, aporto estos materiales como prueba y si desean ver los demás
trozos del andamio, se encuentran depositados endependencias de esta
Audiencia.
-¡Nada más! Sr. Uranga ¡muchas gracias!

-Llamo a declarar a Presentación López Pérez. –Gritó el Sr.
Fiscal-
Del banco de los testigos se puso en pie una mujer de mediana
edad y estatura, rubia platino, demasiado pintada con falda tubo, anchas
caderas y blusa transparente.
-¿Su nombre, por favor?
-Presentación López Pérez
-¿Quiere decir a este Tribunal, cual es su apodo y a qué se dedica?
-Me apodan “La Presen” y soy muy conocida, me dedico al oficio
más viejo del mundo, ¡soy puta! y hago mis servicios en el club de alterne “El
Edén”.
-Gracias Presentación, por su sinceridad. ¿Conoce al acusado Mariano Andueza?
-¡Claro, sí que le conozco, es mi mejor cliente! Un poco guarro porque me
pide servicios que si yo le dijera…
-No es necesario que nos los detalle, ¡gracias!
-¿Iba muy a menudo por el club, Mariano?
-¡Sí! tres o cuatro veces a la semana
-¿Le pagaba?
-A mí no, lo hacía siempre a la encargada, pero le veía que manejaba buenos
fajos de billetes cuando pagaba en la barra lasconsumiciones. Me decía que
trabajaba de albañil y a mí me extrañaba que con esa profesión pudiera gastar
tanto dinero.
-Nada más, Presentación, ¡gracias! Llamo a declarar en calidad de implicado
a Aquilino Heredia Cortés.
-¿Su nombre?
-Kilino Heredia
-De todo lo que usted ha escuchado en la exposición de los hechos, a los
testigos, pruebas aportadas y la declaración de su compañero
Mariano Andueza, ¿Qué tiene que decir? ¿Cómo se declara, culpable o
inocente?
-¡Inocente! Yo no tuve “ná” que ver en la muerte del Amador.
-Y como es que usted dio la misma versión a la Guardia Civil y al Juez de
Instrucción de que Amador se subió al andamio borracho y que por eso se
mató; y no dijo la verdad, que usted Aquilino HerediaCortés, se había
puesto de acuerdo con Mariano Andueza Irigoyen para asesinar a
Amador Gabarri Vargas, porque en caso contrario los iba a denunciar
por todos los robos que efectuaban en la obra.
Kilino se derrumbó ante las presiones del Sr. Fiscal y la carga
emotiva de todos los días pasados desde que se produjo su detención y confesó:
-Si es cierto “quetabamos” de acuerdo en el choro (robo)
de materiales de la trocané (obra) para luego binarlos (venderlos).
Cuando el Amador le dijo al Mariano que nos iba a denunciar a mi me entró
el canguelo (miedo) pero la idea de mararlo (matarlo)
fue del Mariano por eso chamullé (declaré) lo que me dijo el
Mariano, “quetaba” matagarnó (borracho)…
Llegado a este punto el Sr. Fiscal se dirige al abogado defensor
deKilino, que es de oficio, (y por lo que se desprende, está acostumbrado a
llevar pleitos de gitanos) y le dice:
-Haga el favor de decir a su defendido que deje de utilizar palabras del
idioma caló porque tenemos que estar interrumpiendo constantemente la
declaración para que usted nos las traduzca.
Así lo hace y Kilino sigue con su declaración, con esfuerzo,
tratando de no meter muchas palabras del idioma calé.
-El Mariano me amenazó que si yo largaba llevaría el mismo camino, que le
daba ya igual un muerto que dos y que me acusaría a mí de los choros (robos),
que para eso yo era el caló y el que iba por los sitios a
colocar el material robado. El único culpable de la muerte del Amador es el
Mariano y el motivo fue que chingaba con su mujer y quiso
quitarlo de en medio porque le estorbaba para sus amoríos. Yo vi ese día, como
antes de empezar a trabajar, con unafaca (navaja) anduvo enredando
la soga y luego cuando Amador estaba subido en el andamio, a pesar de tener
suficientes ladrillos, me mandó subirle más con la polea, con la intención de
que la soga se rompiera por el sobrepeso y los medios cortes que a la
cuerda, como he dicho, él le había dado de antemano. Cuando estuvo en el suelo
moribundo, Mariano,sacó una botella de vino que tenía por allá escondida y le
echó por los morros y por el buzo para que así se viera que estaba borracho
y olía a vino. Lo tenía todo preparado.A mí no me vengan, como
he oído, que si yo era su compinche en la muerte de Amador. Yo no tuve “ná” que
ver, seré un choraró (ladrón) pero no ardují (asesino).
-Se quiere referir, cuando dice la mujer de Amador, a la aquí presente como
titular de la acusación particular, Coral JiménezMontoya -preguntó el Sr.Fiscal-
-¡”Zi zeñó”!
Se escuchó un largo murmullo y expresiones de asombro en la sala y elSr.
Fiscal, continuó preguntando:

-La mujer de Amador solía venir por la obra a pedir adelantos del jornal de
su marido porque de parné andaban fatal. Casi siempre hablaba
con Mariano y yo le he visto darle parné. En cierta ocasión, estaba
su marido de baja por enfermedad y se presentó a cobrar los tres días de
la semana que había trabajado. El Mariano la metió “pa” dentro de la obra y
después de un rato salió, primero ella, “prepicitadamente” con el pelo y la
ropa "revolvida"y después el Mariano, con toda la cara llena de
arañazos. Yo no pregunté qué había pasado porque me imaginaba algo. El Mariano
mientras se ponía con las manos el pelo bien, solo dijo “¡Qué buena está y que
puta es…!”
-¿Los volvió a ver, alguna otra vez, en situaciones parecidas?
-Verá usted, le contaré. Yo vivo en el barrio de Estella que le
llaman Katanga y muy cerquita de él tenemos el río. Un día que me
encontraba recorriendo sus orillas para recoger chatarra, vi a Mariano con la
Coral que estaban por allí sentados al lado de unos mimbres. A una distancia
corta y escondido me paré paraespiarlos…
-¿Y qué es lo que presenció?
-La Coral tenía las tetas sacadas fuera y el Mariano se las besaba. Luego
la tumbó, le levantó las faldas y se puso encima. No quise ver más y me marché.
-Son todas las preguntas, puede sentarse. ¿Desea hacer alguna pregunta el
abogado de la acusación particular.
-No necesito hacer ninguna pregunta –contestó Gutiérrez, abatido-
El Sr. Fiscal se dirigió al presidente del Tribunal y solicitó en base
a las declaraciones escuchadas y del nuevo rumbo que parecía tomar los
acontecimientos, llamar a declarar a Coral. Gutiérrez, se lo impidió
argumentando que dado lo avanzado de la hora, se diera la sesión por terminada
y emplazara a los intervinientes para el día siguiente en una segunda
sesión o bien señalara nueva fecha y nuevo juicio por tanto que hasta ahora él
había actuado como abogado de la acusación particular y ahora lo tenía que
hacer como abogado en la defensa de la implicada.
No lo tenía muy claro el Sr. Presidente del Tribunal y después de consultar con los componentes de la mesa, decidió como excepción y si nadie ponía impedimento alguno, que el juicio continuara al día siguiente.
Todo el mundo estuvo de acuerdo y seguidamente procedió a emitir una citación escrita para Coral y se la entregó en mano a María Puy, explicándole que no mandaba detener por el momento a Coral, pero que le hacía a ella responsable de su persona que, ineludiblemente, habría de presentarse al día siguiente en el juicio para tomarle declaración.
Gutiérrez y María Puy, no hacían más que mirarnos a Coral y a mí extrañados por el cauce que llevaban los acontecimientos. Decidimos quedarnos hasta el día siguiente en Pamplona y fuimos a buscar un hotel para hablar largamente del asunto y oír las explicaciones, que sin duda, Coral, tendría que darnos. Es que no me lo creía lo que había escuchado y esperaba que Coral nos sacara de dudas de todo y a todos.
No lo tenía muy claro el Sr. Presidente del Tribunal y después de consultar con los componentes de la mesa, decidió como excepción y si nadie ponía impedimento alguno, que el juicio continuara al día siguiente.
Todo el mundo estuvo de acuerdo y seguidamente procedió a emitir una citación escrita para Coral y se la entregó en mano a María Puy, explicándole que no mandaba detener por el momento a Coral, pero que le hacía a ella responsable de su persona que, ineludiblemente, habría de presentarse al día siguiente en el juicio para tomarle declaración.
Gutiérrez y María Puy, no hacían más que mirarnos a Coral y a mí extrañados por el cauce que llevaban los acontecimientos. Decidimos quedarnos hasta el día siguiente en Pamplona y fuimos a buscar un hotel para hablar largamente del asunto y oír las explicaciones, que sin duda, Coral, tendría que darnos. Es que no me lo creía lo que había escuchado y esperaba que Coral nos sacara de dudas de todo y a todos.
continuará...
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