sábado, 26 de febrero de 2011

HUMOR


THE GOLDEN AGE

REALMENTE SOMOS RICOS LOS CUARENTONES Y CINCUENTONES
POR QUE TENEMOS Plata en los cabellos. Oro en los dientes. Piedras en los riñones. Azúcar en la sangre. Depósitos de Aceite y grasa en cadera. Plomo en los pies. Hierro en las articulaciones. Y una fuente inagotable de Gas Natural.

UN DIA DE SUERTE

Una mujer sale como loca al balcón de su casa, y le grita a su marido que está en el parque hablando con los amigos:

-’ Pepe!! Pepe!! Que me han tocado 50 millones en la Primitiva!!! ’

El hombre salta como loco de alegría, pasando de los amigos, y sale lanzado hacia el domicilio conyugal para abrazarse con su mujer.

Está cruzando la calle, y en eso ¡¡¡¡¡¡¡Zaaaaaaaaaaassss!!!!!!!....... aparece un trailer a 90km/h y sin frenar, que se lo lleva por delante.

La mujer abre los ojos hasta sacarlos casi de las órbitas, y dice:
¡¡¡ Jooooooderrrrrrr !!! ¡¡¡Cuando se está en racha.....se está en racha!!!

TRES CIGÜEÑAS

Tres cigüeñas se encuentran sobrevolando el Coto de Doñana y se comentan entre ellas.

¿Tú para donde vas?

Y dice la primera cigüeña: - Yo voy al Barrio de Triana en Sevilla, a la casa de una señora que llevaba 15 años esperando quedarseembarazada y por fin lo ha conseguido con la inseminación artificial.

Y mira que niño tan guapo llevo.

- ¿Y tu donde vas?

Y contesta la segunda cigüeña: - Yo voy a casa de una chavala en Cádiz que se quedó embarazada en un botellón y mira que niño tan feo ysietemesinos llevo.

Y le pregunta a la tercera cigüeña: - ¿Y tú donde vas?

- Pues yo voy a un convento de monjas en Utreras. No llevo nada, pero cada vez que voy les meto un susto de cojones.

EN EL HOSPITAL

En el Hospital, se acerca un médico a un grupo en la sala de espera, y les dice:

- ¿Familiades de Don Damón Cadetedo?- Sí, somos nosotros.

- Miden, ciento comunicadles que Don Damón ha muedto.

- ¡No me joda!

-Vamo a vé... Ni mejoda, ni va a mejodá. Etá muedto.

EN ITALIA

Una mujer mayor, italiana, que vivía en las afueras de Nápoles, fue a la iglesia local a confesarse.

Cuando el sacerdote abrió el tablero del confesionario, la mujer dijo:

- Padre... Durante la Segunda Guerra Mundial, un joven soldado golpeó a mi puerta y me pidió que lo escondiera del enemigo. Así que yo lo escondí en el desván.

- ¡Eso fue algo maravilloso, hija -contestó el sacerdote- No tienes la necesidad de confesar eso.

- No, Padre, es que el me empezó a agradecermelo con favores sexuales.

- Bueno ... Estando en gran peligro... y bajo esas circunstancias...,dos personas pueden ser muy tentadas a actuar así... Pero si lo sientes verdaderamente, estás perdonada, de hecho.

- Gracias, Padre. Ésa es una gran carga que saca de mi alma.

Pero tengo una duda más.

- ¿Y cuál es, hija?-

¿Cree Ud. que debería decirle que la guerra ha terminado?

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