Sixto es hoy un jubilado hostelero que vive en San Sebastián y mi amistad con él ha surgido por nuestra afición al juego del billar.
Decir que en este juego es un duro contrincante porque lo hace muy bien.
Me cuenta que su gran amor ha sido el mundo de el toro ,donde por los años 1964 después de haber cumplido el servicio militar quiso hacer realidad su gran sueño "ser torero" .
De niño sentía verdadera pasión por ese fabuloso animal y soñaba con ponerse delante de el ,dominándolo con pases maravillosos.
En el patio de la plaza de toros de El Chofre de San Sebastián aprendió a torear de salón ,recibiendo clases de un tal Cadenas que había sido peón de algunos toreros , junto con unos diez jóvenes más que también ilusionaban en ser toreros.
Con un hatillo a su espalda y un corazón lleno de ilusiones recorrió durante varios años ,todos los pueblos de Castilla, León, Navarra, Aragón etc, pueblos donde se celebraban capeas y sueltas de vacas en las celebraciones de sus fiestas patronales.
En aquellos tiempos, las celebraciones de capeas de becerras eran numerosas y no dudaba en desplazarse a aquellos tentaderos donde le permitían torearlas ,era una forma de darse a conocer a los ganaderos y demostrarle sus cualidades como aprendiz de torero.
Colándose en los trenes ,en autostop o andando era su forma de desplazarse de pueblo en pueblo para poder llegar a un destino donde su fin era el poder torear.
Recuerda con nostalgia a aquellos novillos que soltaban para ser toreados ,en general resabiados con los que había que tener mucho cuidado para no ser cogido.Grandes vacas en las zonas de Navarra y Aragón y muy dificiles de torear.Su ilusión podía con todo.
El sabía la dificultad que entraña en llegar a ser figura "Muchos son los llamados y pocos los escogidos",pero eso no le paraba.
Escogió el nombre de El Gato Negro para ser recordado en el mundo taurino.
En aquellos tiempos una legión de maletillas recorría toda España buscando sus oportunidades ,pero con los que más coincidió fue con Leonardo Rapado de Alaejos(Valladolid) , Luis Millán "EL Teruel" y con Irineo Baz "El Charro" este natural de la Encina (Salamanca).
Luis Millán "El Teruel" e Irineo Baz "El Charro" llegaron a ser matadores de toros.
ESPONTANEO EN VALENCIA
Era costumbre en aquella época el saltar como espontáneo a la plaza ,principalmente en las corridas de destacados toreros para poder pegar unos muletazos y conseguir notoriedad en el medio.
Me cuenta que lo hizo en varias veces ,pero quizás la mas importante fue cuando en las Fallas de Valencia y en la corrida que en ese día toreaban Julio Aparicio, Miguel Baez "Litri" y el torero de Camas Paco Camino .
Con una muleta pequeña y escondida en su pecho para no llamar la atención ese día entró Sixto a la plaza con el ánimo de saltar y poder torear a alguno de los 6 toros de aquel día.
En el sexto que correspondía al maestro Camino fue cuando Sixto saltó al ruedo con su pequeña muleta en la mano.
Unos cuantos muletazos y algunos de ellos de excelente factura, fueron su premio antes de ser retirado del ruedo por los peones del maestro.
Llevado por las autoridades al calabozo fue encerrado hasta las 12 de la mañana del día siguiente.
En la puerta de la plaza de Játiva recaudó gracias al apoyo de la gente las 500 ptas.de multa que le pusieron.Hubo otras tardes de espontáneo y siempre con el mismo final ,los calabozos y después la multa correspondiente.
La dureza de la vida y el no recibir oportunidades marchitaron la ilusión de ser torero y tener que buscar otros medios de vivir,pero jamás tumbaron ese gran amor al quizás más bello animal de la tierra que es el TORO.
Su carnet de ASPIRANTE A MATADOR DE TOROS
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